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Desde mi escaño

Furia de ecologistas

Furia de ecologistas

La elección del Parque Nacional del Teide por parte de la productora Warner Bros para rodar parte de la película Furia de Titanes ha desatado las críticas de algunos ecologistas que, una vez más, demuestran una labor de oposición increíble cuando se trata de proyectos que se pretenden llevar a cabo en la isla de Tenerife. Lo curioso del tema es que incluso el máximo responsable de un recinto natural que, además, es Patrimonio de la Humanidad, Manuel Durbán, ha manifestado por activa y por pasiva que la compañía cinematográfica norteamericana les ha dado las mayores garantías de que el terreno que utilicen para el rodaje de las diversas escenas quedará impoluto. De hecho, quienes hemos tenido la oportunidad de presenciar el montaje de los escenarios podemos dar fehaciente testimonio de que se está cuidando el entorno con el mayor de los mimos, especialmente porque es leiv motiv de la Warner Bros el abonar cuantiosas indemnizaciones en el caso de que cometer daños al paisaje. Vamos, que se es consciente de que se está rodando en un espacio mucho más que protegido.

Además, independientemente de compensaciones económicas por posibles desperfectos (que esperemos que no haya que percibir, porque eso significaría que no se han causado daños), hay que decir que los permisos para poder rodar en el Teide le han reportado a la isla un montante de dos millones y medio de euros, como mínimo, amén de la promoción y la repercusión mediática (gratis además) que le supondrá a Tenerife. Son varios los medios de comunicación extranjeros, periódicos, televisiones y soportes digitales que se están haciendo eco de este rodaje y el nombre de la isla está saliendo por todos los lados. De hecho, qué duda cabe, vale para contrarrestar los efectos negativos de aquellas palabras de una científica sobre una inminente erupción del Teide y que fueron reproducidas a todo trapo por el sensacionalista The Sun.

Por eso, no entiendo las razones que le han movido a estos ecologistas, encabezados además por dos miembros del Patronato del Parque como Toño Sánchez y Wolfredo Wildpret, a arremeter contra este rodaje y que se le hayan dado los permisos a Warner Bros. Además, que yo sepa, no es la primera cinta que se ha rodado en este escenario, bien es cierto que entonces no tenía el título de Patrimonio de la Humanidad, pero precisamente por tener ahora este reconocimiento estoy convencido de que las cosas se harán como mande la reglamentación vigente, normas estas que, por otra parte, tampoco prohíben el rodaje de películas, siempre y cuando se respete el entorno. Asimismo, ¿alguien puso el grito en el cielo cuando Pedro Almodóvar rodó en Lanzarote, dentro de espacios naturales, Los Abrazos Rotos? Que yo sepa, todo el mundo quedó encantado de poner a disposición del cineasta manchego ese gran escenario al aire libre. La promoción para la isla de los volcanes resultó todo un éxito y todo quedó intacto. 

Por tanto, no seamos de mentalidad estrecha y aprovechemos oportunidades de este calado para Tenerife. Ahora que vivimos una etapa en la que el turismo está de capa caída y donde gastarse los euros en ferias internacionales resulta un esfuerzo demasiado costoso, sería penoso que no nos subamos al carro de una promoción gratuita, que además es a nivel mundial. Sólo un ejemplo, en los circuitos turísticos que se realizan en las calles de Nueva York hay una parte importantísima dedicada a los edificios y comercios que han salido en las grandes producciones y en los clásicos (Desayuno con Diamantes, La Jungla de Cristal 3, Pánico en el Túnel). Aparte de gozar de un Parque Nacional del Teide como Patrimonio de la Humanidad, también podemos sentirnos satisfechos de que ha sido un escenario elegido por la gran industria del cine para sus superproducciones. No dejemos escapar oportunidades como éstas.

1 comentario

Máximo Medina -

Si partimos de la base de que todos estamos de paso en este planeta podremos llegar a la conclusión de que no es nuestro. Por ello, ciudar nuestro medio ambiente no sólo debe ser factible, sino pausible. El mantener nuestros lugares en buen estado debe ser una obligación, aunque no todos los que poblamos la Tierra pensemos lo mismo. Desde los primeros momentos el ser humano ha tratado de adaptar su entorno a su comodidad, pero da la impresión de que nos hemos pasado. No cada uno de nosotros, de forma singular, sino en plan colectivo, en especial fábricas, centrales y demás artilugios ideados por el hombre en busca de mayor confort. El tratar de compaginar ambas cosas es la finalidad del ecologismo, o debería serlo. Por ello, rodar una película, montar un concierto o cualquier otra actividad podría tener su sitio dentro de entornos protegidos. Luego, con dejarlo como estaba antes de llegar los humanos, todos contentos. Otra cosa bien diferente es degradar porque sí y que lo arregle otro. Esto sí que sería censurable. Utilizar el medio, pero a la vez respetarlo. Es todo un lema.