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Desde mi escaño

Agit-pro socialista

Agit-pro socialista

Los socialistas, una vez más, retoman el estilo más rancio del agit pro, es decir la agitación y la propaganda para, sin proponer nada nuevo de cara a las elecciones europeas, si al menos influir en la población para hacer ver que el Partido Popular es una formación plagada de prejuicios, complejos y otra serie de pecados mortales de necesidad que harían a un votante replantearse seriamente meter la lista popular en el sobre electoral.

De todas maneras, a estas alturas de la película, tampoco vamos a sorprendernos por la labor de manipulación que suele realizarse desde la factoría de Ferraz, con el visto bueno, por supuesto, del Palacio de la Moncloa. En cuanto hay una cita con las urnas en ciernes y los socialistas consideran que su victoria está más que en peligro, enseguida se engrasa la maquinaria de empezar a arremeter contra el Partido Popular, hasta el punto de llegar a inventarse o fabular sobre los comportamientos que pudieran tener los miembros de la derecha a la hora de ejecutar sus políticas.

Obviamente, aunque no se cite textualmente a la formación que encabeza Jaime Mayor Oreja al Parlamento Europeo, está más que claro que el objetivo es meter miedo a los ciudadanos que piensen decantarse por la opción conservadora, al igual que hicieron en 1996 con el vídeo del Doberman o aquellos mítines del hermanísimo Alfonso Guerra, enseñando a diestro y siniestro cartillas de racionamiento del franquismo, asegurando que eso es lo que iba a venir con el PP, hambre, pobreza y una vuelta a la etapa más oscura de España. Oscura sí, pero tampoco dejó al país a ciegas, ¿o es que los centros hospitalarios, pantanos y demás obras se hicieron porque sí?

En fin, está claro que para algunos en política todo vale, incluso montar un pollo por unos trajes que, ni siquiera, suman los 3.000 euros. ¿Camps aceptó regalos? Eso lo tendrá que dirimir un juez y, de ser así, aunque fuera por esa nimiedad, el presidente de los valencianos deberá presentar su dimisión como tal y ser expulsado del PP. Pero, ojo, aún no hay sentencia, se está procediendo a la toma de declaraciones y, miren ustedes por donde, parece que la tortilla se les empieza a virar a los urdidores de la trama ’sástrica’. Por cierto, ¿y qué hacían los periodistas de Cuatro yendo en el mismo taxi en el que iba José Tomás, el sastre de la discordia? Lo dicho, la mentira suele tener las patas muy cortas, algunas tanto que ni siquiera podrán sostenerse en pie hasta el 7 de junio.

1 comentario

Máximo Medina -

La contrapublicidad o propaganda negativa no es algo novedoso, ni mucho menos, pero causó hace décadas tantos destrozos que hubo que prohibirla. Usted puede hacer anuncios de lo bueno que son sus prouctos, pero no debe meterse con la competencia tratando de denigrar sus mensajes. Hasta la política no habían llegado esas estrategias, pero a algún iluminado se le ocurrió tratar de sacar ventaja tratando de criticar a sus adversarios en las urnas. El día electoral se sabrá si la iniciativa ha valido para captar votos. Por lo pronto, no parece la manera más limpia, quizás porque las ideas son vacías y hay poco que anunciar.