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Desde mi escaño

El 'salmón' se les atragantó

El 'salmón' se les atragantó

La Justicia ha hablado y ha dicho, taxativamente, que José Manuel Soria, vicepresidente del Gobierno canario y líder del PP en las Islas, nada tiene que ver en el presunto caso de corrupción por el que había sido imputado, merced a la denuncia interpuesta por un plumilla on line al que no le gustan las cosas saladas. Ahora, curiosamente, todos aquellos que estuvieron dando la lata con el salmón (noruego para más señas) parecen haber desaparecido de la faz de la Tierra, no están ni se les espera. Algunos, incluso, en su tribuna diaria tienen ahora la tremenda jeta de afirmar que nunca se habían referido al presunto trato de favor en su columna, sino que siempre habían apostado por esperar al fallo judicial. Pues bien, alguno de esos elementos alude ahora a un tema moral para seguir insistiendo en que Soria está pringado de una u otra manera. Vamos, dicho en plata, se trata únicamente del derecho al pataleo por no poder esgrimir como argumento de campaña la condena del segundo de a bordo del gabinete de Paulino Rivero.

Lo que cada vez parece más claro es que en el Archipiélago se ha puesto en marcha la maquinaria para cargarse de raíz todo lo que huela a Partido Popular. Da lo mismo como se monte la trama, el caso es implicar como sea a un miembro de la derecha y cargarle con el muerto (aunque éste sea ficticio). El problema es que una vez te puede salir bien el invento, pero cuando abusas del procedimiento, al final el sistema empieza a ceder por alguna parte hasta que se rompe. Y esto es lo que ha sucedido, que ya se empiezan a conocer detalles de la trama urdida entre políticos del PSOE con cargos en la administración estatal. El hecho de que un periodista estuviera presente en la toma de declaración de un imputado en el caso Faycán habla por sí solo del nivel de persecución política que se ha puesto en marcha desde la Delegación del Gobierno, supongo que con la anuencia y con la connivencia del euroguitarrero, López Aguilar. Desde luego, lo que no era normal es que determinados medios tuvieran de primera mano la información de que al día siguiente la Policía Nacional o la Guardia Civisl se iban a personar en el domicilio de tal alcalde o concejal para ser detenido y llevado a comisaría y luego a los juzgados. ¿Casualidad, olfato periodístico o un soplo interesado?

Nadie en el PP querrá en sus filas a personas a las que se les haya demostrado que han metido la mano en la caja o han abogado por el trato de favor cuando gestionaban una institución, pero bien distinto es que se acuse sin pruebas, sólo con indicios. Esto es lo que ha pasado con el señor Soria, al que le han zurrado la badana en estos últimos años a cuenta de una amistad con un empresario noruego. Esto me recuerda a los famosos trajes de Camps. Bastante tiene que resolver el Gobierno de España con todos los frentes que tiene abiertos como para meterse de lleno en una caza de brujas. Desgraciadamente, y ahí están los hechos, se demuestra que tiene más tendencia a imputar a los adversarios políticos que a solucionar las dificultades de los ciudadanos. Sin embargo, más pronto o más tarde, la verdad sale a flote y los que pretendían pescar un salmón, han acabado cogiendo un resfriado judicial por pescar en aguas tan heladas.

1 comentario

Máximo Medina -

Cuando un político acaba ante la Justicia puede ocurrir cualquier cosa, pero lo más normal es que sea absuelto o, lo que es lo mismo, sobreseído o archivado su caso. Pueden ser nuestros representantes, pero tontos seguro que no. Demostrar un delito a un cargo público es casi imposible y sólo los descuidados o los que todo les importa un pepino pueden caer en las redes de la ley. No olvidemos, tampoco, que las leyes se idean en el Parlamento y allí sólo hay políticos, no serían tan lelos como para hacer normativas que les perjudicaran. Una setencia se basa siempre en pruebas e indicios. Si las primeras superan a los segundos, nos encontramos ante un archivo. Son muchos los expedientes que se quedan en nada. No sé si eso es positivo o negativo para un estado de Derecho, pero es así.