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Desde mi escaño

El fútbol (de pago) es nuestro

El fútbol (de pago) es nuestro

El fútbol es nuestro. Así de simple, pero también de contundente, reza el slogan de Digital Plus para la próxima temporada. Sí, mis queridos lectores, se acabó eso de ver el balompié gratis, la indecencia de presenciar más de media docena de partidos en abierto ya pasó a mejor vida. La fusión entre La Sexta y Cuatro (veremos a ver cuántos son los empleados que dejan tirados en la calle) era la única vía posible para que la plataforma D+ no se hundiera en la miseria tras quedarse sin los derechos de retransmisión de la Liga Española y para que el canal de Jaume Roures no se viese acuciado por las deudas tras pagar una morterada por esos mismos derechos. En fin, un negocio obligado, que no necesariamente debe gustarle a unos y a otros, pero que no había más remedio que afrontar esta estrategia para salvaguardar los intereses personales de cada uno de los prebostes televisivos.

Eso sí, por parte de La Sexta será muy curioso ver, en el caso de que siguiera dando el partido en abierto de los sábados, cómo va a defender ahora lo contrario de lo que ha venido predicando en los tres últimos años. Señores, no paguen nada por el fútbol, nosotros se lo damos gratis, fútbol con fatatas que diría el conguito de la pajarita. Sí, ahora también tendremos el fútbol con fatatas, pero de pago y el encuentro gratis, se lo adelanto, será el más tostón de cada jornada, salvo aquellas primeras elecciones que se le permita al canal privado y a las autonómicas. Desde luego, quienes se van a poner sumamente contentos son los dueños de los locales de restauración, que recuperarán su nivel de afluencia un sábado por la noche. Si no hay un encuentro atractivo que llevarse a la boca, mejor entonces que nos traten a cuerpo de rey en alguno de los excelentes restaurantes que jalonan cualquier ciudad de España. Unos ganarán con unas cuentas más nutriditas y nosotros redescubriremos nuevas sensaciones en nuestro paladar, además con la ventaja de no poner la cocina hecha un Cristo ni dedicarse a la pesada tarea de tener que fregar los platos y los cubiertos.

Ya en serio, con esto del fútbol en España hay que denunciar claramente el monopolio ejercido desde hace años por la plataforma prisaica. Lo que no sucede en otros países, se da en España, pero además con un efecto corregido y aumentado. Aquí lo del libre mercado no existe, los clubes, a pesar de que proclamen lo contrario, no tienen verdadera libertad para negociar sus derechos de imagen. Son demasiados los intermediarios que hay como para poder establecer una negociación que rente verderamente a los equipos, y eso que la situación ha mejorado sensiblemente. Hace muchos años, cuando saltó Canal Plus a la palestra, la tarifa que se pagaba era poco menos que irrisoria, unos 2.000 millones de las antiguas pesetas a repartir entre los 20 clubes, es decir, unos 100 millones por barba barbilla. Luego llegó Antena 3 para romper el mercado, pero su gesto, muy valiente, duró el tiempo que tarda en desaparecer un paquete de caramelos de la puerta de un colegio. Al final, acuerdo entre todas las partes y, aun subiendo las cantidades, de nuevo se engañó a los clubes ofreciéndoles una purriada de millones, pero con muchos años de ataduras. Con La Sexta ha venido pasando algo igual que con Antena 3, mucha valentía de inicio, pero al final, cuando te haces con el negocio no tienes más remedio que volver a pactar con Prisa.

1 comentario

Lewis Rogers -

Lo del fútbol en España ha llegado a tal nivel de disparate que dentro de unos años tendrá que salir el Gobierno a 'rescatar' equipos con los impuestos que pagan todos los españoles. Las televisiones se hundieron en un frenesí de compra de derechos para luego poder vender los partidos y el tiempo ha demostrado que el negocio es un verdadero fiasco. Todos pierden y de ahí que La Sexta se tenga que unir con Cuatro para evitar la bancarrota, aunque en el caso del primer canal privado más leñazo se ha llevado con la fórmula 1, donde vendían a Alonso como un emocionante aspirante al título y nos ha resultado un comparsa de lujo. Por el coche, por los difusores, por lo que sea, pero la audiencia a caído a niveles de TVE. Las empresas televisivas, por lo menos algunas, se han gastado más de lo que han generado y tarde o temprano los números rojos avisan. Como siempre, buscan en el aficionado la salvación y con la crisis actual, que se prolongará en el tiempo, no parece una empresa sencilla. Por otro lado, los clubs tienen tres ingresos: televisión, entradas y atípicos (en los que entran los fichajes). Con los tres juntos no equilibran el balance anual y aún así siguen adelante. Parece que estoy viendo otra vez al CSD promocionando ayudas de supervivencia. Y eso que son sociedades anónimas.