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Desde mi escaño

Astracanada en el Puerto de la Cruz

Astracanada en el Puerto de la Cruz

El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz vivió ayer a mediodía uno de los capítulos más chuscos en la historia del municipalismo canario. De nuevo, el sempiterno Marcos Brito accedió a la alcaldía norteña por la vía de una moción de censura tras pactar con el mismo partido, el PP, al que había desahuciado en la anterior legislatura. Desde luego, independientemente de las directrices que se hayan dado desde las direcciones regional e insular, me parece un completo disparate por parte de los conservadores que se hayan prestado a hacerle el juego a los nacionalistas para que estos tengan su parcela de poder. Los populares, salvo que de repente se produzca un auténtico milagro, lo tienen bastante crudo para aparecer en el mapa electoral del Puerto de la Cruz en el próximo mandato. Al tiempo.

Lo que está claro es que a esta localidad tinerfeña, al igual que sucede con Las Teresitas, la ha mirado un tuerto. Son muchos años de problemas, de inestabilidades políticas, de contubernios, de complots perfectamente articulados, de vendettas personales y mientras, lo que verdaderamente importa, los vecinos, son relegados a lo último, no importan para nada, salvo para que depositen su voto cada cuatro años. A este paso, las próximas elecciones, con el descontento general que debe haber entre la población portuense, bastará con tres o cuatro urnas y que cada partido se vote a sí mismo.

Miren, uno conoce un poco el Puerto de la Cruz, aunque no reside allí y, por tanto, no puedo ofrecer con detalle los disparates que deben padecerse a diario. Por supuesto, no sé hasta que punto el mandato de Lola Padrón (PSOE) ha sido beneficioso o perjudicial para la Ciudad Turística, pero sí que mi entendimiento alcanza a comprender que no es normal que a menos de dos años para que acabe la actual legislatura los dos partidos de la oposición lleguen a un acuerdo para desbancar a Padrón y poder ponerse Brito en la poltrona, que al parecer es lo único que le interesa.

Ahora, una vez más, toca empezar a ver qué proyectos tiene el nuevo equipo de gobierno para la ciudad y cuando estos quieran salir adelante, entonces habrá que paralizar más de uno porque, lamentablemente, llegará la cita con las urnas. A ver si de una vez por todas se produce una mayoría absoluta en el Puerto de la Cruz y, sea el partido que sea, que gobierne cuatro años con la seguridad de no sufrir una moción de censura (aunque no descarten a algún tránsfuga) y que pueda ejecutar un programa de gobierno con todas las de la ley.

1 comentario

Máximo Medina -

En este Ayuntamiento, Dios sabrá por qué, el Partido Popular ha decidido jugar el papel de bisagra. Primero para los socialistas y ahora para los nacionalistas. Lo único que no cambia para los 'peperos' es que siguen en el poder municipal, ya sea con unos u otros. Es igual, lo importante es estar en el machito pase lo que pase. Otra cosa bien diferente es saber qué opinarán los electores portuenses de semejante disparate al amparo de la democracia. Por lo que se ha visto, aquí no hay ideologías ni tampoco intereses ciudadanos, esto parece que es política pura y es justo lo que menos gusta a los electores de la vida de su municipio. Me adhiero a la visión de usted don Juan en el sentido de cuál será el futuro del PP en el Puerto de la Cruz. Me temo que negro, porque no puede haber tantas incoherencias en tan poco tiempo. Si el intento de gobernar con el PSOE salió rana, ¿por qué no se quedaron los populares en la oposición? Santa Cruz es un ejemplo.