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Desde mi escaño

La LFP sigue discriminando al CD Tenerife

La LFP sigue discriminando al CD Tenerife

La Liga de Fútbol Profesional la ha vuelto a hacer. A pesar de las reiteradas peticiones del CD Tenerife para no tener que jugar sus partidos en el primer tramo horario del domingo, a las cuatro de la tarde en las Islas, nuevamente le ha correspondido a la escuadra blanquiazul tener que saltar al césped del Heliodoro Rodríguez López a las 16 horas, afectando asimismo a miles de aficionados que deberán de modificar sus planes dominicales de ir a comer por ahí fuera o bien llenar los guachinches prácticamente mojando el último churro en el chocolate. Es decir, un completo desbarajuste y no será, precisamente, por la falta de tramos horarios en los que podría jugar perfectamente el Tenerife sus encuentros como local que, a tenor de esa diferencia con el reloj, son los que van a dar más de un quebradero de cabeza por una postura obtusa desde Madrid, ya sea la LFP o los operadores televisivos.

Desconozco si la Liga ha sido capaz de demostrar fehacientemente los efectos negativos que comporta ese horario tan demencial (y eso que este domingo, por ejemplo, se atenúan los factores negativos por el cambio de hora) por el calor que suele hacer a esa hora en un lugar tan cálido como Tenerife que, pese a estar ya en la segunda quincena de octubre, vive este año en un verano excesivamente prolongado. Insisto en que para el cuerpo es una prueba de fuego, nunca mejor dicho, jugar a pleno sol, pero también supone todo un suplicio para aquellos aficionados que están situados en las gradas donde más pega el astro rey y ni con gorrita, abanico o botellita de agua se puede combatir a la perfección los rigores de una meteorología nada propicia para disfrutar de este espectáculo.

Lo que sí es verdad es que la excusa de que lo que se busca no hacer coincidir los partidos del Real Madrid y del Barcelona con otros encuentros y, por eso, al Tenerife no le queda más remedio que jugar en ese horario este fin de semana es, simplemente, un argumento débil. Ahora mismo, hay seis tramos horarios que, a nivel del Archipiélago, son los siguientes: 17, 19 y 21 horas los sábados y 16, 18 y 20 horas los domingos. El Real Madrid, por ejemplo, juega el sábado a las 19 y el Barcelona, el domingo, a las 20 horas. Quedan libre por tanto, otros dos tramos, domingo a las 18 y el sábado a las 17. La opción del sábado a las 21 horas no se contempla al ser el partido que se emite en abierto por las autonómicas y La Sexta y ahí no puede haber otros encuentros.

En fin, esperemos que las gestiones del presidente del CD Tenerife, Miguel Concepción, surtan efecto en la capital de España y que se tenga en cuenta su razonamiento. No se trata de sacar ventaja o tener un privilegio por encima del resto, sino de que hay que adecuarse a una especial ubicación geográfica. Al igual que pasa en términos económicos y que Canarias disfruta de una serie de réditos por mor de su lejanía con el resto del continente europeo, también debe contemplarse este aspecto deportivo y no se puede obligar al Tenerife a jugar en un horario que ninguno de los otros 19 equipos inmersos en la competición quisiera para sí, aunque como consuelo queda decir que en Segunda la situación es peor, ya que todos los sábados hay un partido a las tres de la tarde, un horario ideal para coger una insolación (al menos en Canarias) y no olvidemos que en esa categoría milita la UD Las Palmas.

 

1 comentario

Lewis Rogers -

Nada, Juan, que es igual. El Tenerife no cuenta mucho, o mejor cuenta poco, en las cuentas de la Liga de Fútbol Profesional. Cuando juegue contra el Real Madrid o el Barcelona ya verás que el horario será el adecuado, mientras tanto, son ellos los que ponen y quitan a qué hora debe comenzar un encuentro. Además, incluso diríamos también que cuenta poco para las televisiones, pues hasta ahora no ha tenido rivales dignos de ser visto por la pequeña pantalla (por cierto, cada vez son más grandes). Esto es un negocio y si alguien debe perder en el invento no van a ser los equipos punteros. Cuando la masa se desilusione, puede que se tomen medidas, mientras como si les ponen a jugar a la una de la madrugada.