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Desde mi escaño

2009, el año del paro y del aborto

2009, el año del paro y del aborto

El año 2009 se acaba y lo hace en España en una de las peores situaciones sociales y económicas que se pudiera conocer. Estos 365 días han sido, fundamentalmente, los del desempleo, muy a pesar del famoso Plan E. Más de cuatro millones de personas están apuntadas en las listas del INEM, amén de aquéllas que, pese a que tampoco tienen trabajo, son borradas de la estadística por el mero hecho de estar realizando unos cursos de formación, enseñanzas que, por otra parte, deben ser para los más privilegiados, pues ya ni siquiera precisa uno de tener que ir a renovar su demanda a las oficinas habilitadas al uso, sino que puede hacerlo a través del teléfono o de Internet. Así, evidentemente, unos y otros nos ahorramos trámites y molestias, pero al mismo tiempo la Administración se evita tener que buscar tantos cursos para tantos parados. Pero bueno, no quiero desviarme del tema.

 

El caso es que 2009 ha supuesto el año en el que por fin, después de muchos vericuetos lingüísticos, Zapatero reconocía que estábamos en crisis. Tras hablar de crecimiento lento o desaceleración moderada, al presidente del Gobierno de España no le quedaba más remedio que anunciar que el país estaba bajo la influencia de una gran crisis. De hecho, su sapiencia y previsión económica ha sido expuesta como ejemplo…a no seguir en Alemania, Francia, Japón o Estados Unidos, potencias en las que, gracias a que se reconoció desde el primer minuto que se atravesaba una situación financiera extremadamente delicada, todos arrimaron el hombro y ya están empezando a ver algo más que unos brotes verdes que aquí, dicho sea de paso, alguien se fuma a diario porque los diagnósticos cambian de semana en semana y especialmente se contradicen entre lo que dice el titular de Trabajo, Corbacho; la de Economía, Salgado; y el jefe del Ejecutivo, ZParo. Pero bueno, igual ahora, a partir de mañana, 1 de enero, con esa alineación interestelar entre Zapatero y Obama (sospecho que debe ser el tercer Rey Mago disfrazado de presidente estadounidense) todos nuestros problemas quedarán resueltos.

 

Pero también 2009 ha sido el año de los despropósitos de una pareja que seguirá dando mucho que hablar en este 2010 del que apenas nos quedan veintitantas horas para disfrutarlo o sufrirlo, según se mire. Las señoras Trinidad Jiménez y Bibiana Aído, ministras de Sanidad e Igualdad, respectivamente, que conjuntamente han perpetrado uno de los peores crímenes de esta sociedad, la liberalización del aborto, buffet libre para aquellas menores de 16 años que deseen extirpar de sus entrañas a un ser concebido en un acto de locura amorosa y sin tomar las debidas precauciones. Barra libre en las farmacias para comprar la pildorita o la posibilidad de ir a una clínica abortiva sin necesidad del permiso paterno-materno. De hecho, resulta sumamente curioso que la propuesta haya sido planteada por responsables que no han sido madres, añadiéndose al dúo la Ramses III del gabinete de ZP, María Teresa Fernández de la Vega.

 

La verdad es que 2009 ha deparado muchos capítulos chuscos, como la connivencia entre el ex ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, con el superjuez de la Audiencia Nacional, el ínclito Baltasar Garzón, juntos en una cacería mientras se mantenía incomunicados todo un fin de semana, cuales terroristas, a los presuntos sospechosos de la trama Gürtel, que afectó a varios cargos menores, medianos y muy altos (como el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps) del Partido Popular y que, poco después, ha ido desmontándose en un alto porcentaje, amén de los métodos ilegales que al parecer usó el personaje togado, espiando las conversaciones entre abogados y clientes.

También 2009 fue el cambio de rumbo político en el País Vasco, con la llegada al poder de la coalición PSOE-PP, con Patxi López en la poltrona después de 30 años de mandato peneuvista. Por supuesto, no serán tiempos fáciles para el nuevo lehendakari y con poco más de medio año en el cargo ya están los acólitos nacionalistas haciendo sus estudios demoscópicos en los que se demuestra el rechazo hacia este gobierno españolista. Pues aún tendrán tres años largos de aguantar esta unión de conveniencia, pero necesaria.

 

Y en fin, tantas y tantas cosas que han sucedido que son imposibles de resumir en un artículo. Al fin y al cabo es lo que tiene un año, pero esperemos que 2010 nos depare mejores noticias, una salida temprana de la crisis, sobre todo porque de seguir con esta situación, ni siquiera habrá la posibilidad de matar los nervios con el cigarro en la barra del bar, salvo que lo hagamos en la calle o en nuestras casas. Lo dicho, queridos lectores (y lectoras, ya que hoy hemos hablado de Aído y hay que respetar la desigualdad de la Igualdad), confiemos en que este nuevo año que estrenaremos en breve supere (que no parece difícil) en mejoría al 2009 y que, en la medida que puedan, disfruten de este tránsito con las doce uvas y que éstas se conviertan en otros tantos deseos particulares o generales. Eso se lo dejo a gusto de consumidor (o consumidora, replica Aído).

2 comentarios

Gabriel Lorenzo -

Pero el 2010 todavía puede ser peor, con todos los que han pillado del PP robando y los que quedan por descubrir.
Por lo pronto, el día 4 ya tenemos en Santa Cruz de nuevo la aprobación del puñetero PGOU, para el que el PP, de nuevo mostrando una actitud imprevisible y completamente interesada, mostrará su apoyo. ¿Eso no merece un artículo?
¿Dónde vas, Ángel Llanos? ¿De nuevo pactando con los que te sacaron a patadas? Su credibilidad, si algo quedaba, se esfumó en este 2009.

Máximo Medina -

El año 2009, que por fin nos deja, ha sido uno de los peores que me ha tocado vivir. La apatía en todos los sectores, propiciada por una crisis internacional financiera, ha marcado el devenir de los meses más con tristeza que escepticismo. El aumento continuado del paro ha desbordado cualquier previsión y ante la avalancha de malas noticias económicas, el Gobierno nos ha tenido entretenidos con el aborto, el Estatut, el Alakrana y mil boberías más. A todas éstas, los empresarios continúan esperando y despidiendo para ver qué tajada sacan de todo esto y me da la impresión de que la vida en España ha cambiado para siempre. El ahorro ha aumentado y con él la valoración del dinero por parte de una gran mayoría de la población y ésa no es una buena noticia, porque no debemos olvidar que todos vivimos de todos y nuestras vidas están tan entremezcladas que no podemos separarnos aunque queramos. Lo único que espero, con ciertas dosis de pesimismo, es que 2010 sea mejor que este año que ya despedimos. La verdad es que lo va a tener fácil.