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Desde mi escaño

Metepatas Tavío

Metepatas Tavío

Nuestra clase política, lamentablemente, transforma la vida diaria en un continuo carnaval, en la astracanada continua y perpetua y, lo mejor de todo, es que prácticamente nadie se sonroja por las patojadas que suelta. Hay excepciones, por supuesto, gente que se mete en la azarosa vida de los ayuntamientos, los cabildos o los gobiernos estatal y regional con el objetivo de trabajar a lo largo de una o más legislaturas por el pueblo que democráticamente les ha votado para que mejoren las condiciones de vida de sus conciudadanos. Sin embargo, tenemos muchos ejemplos de personajes, de arribistas de tres al cuarto que sólo piensan en sus, a bote pronto, 65.000 euros anuales que se llevan al bolsillo, a pesar de que en el municipio en el que gobiernan hay, ni más ni menos, que cerca de un 30% de desempleo y un montón de personas que se agolpan a diario en las puertas del albergue municipal para poder acceder a un plato de comida.

 

Todo esto viene a colación de las desafortunadas declaraciones realizadas el pasado martes por la presidenta de los populares tinerfeños, Cristina Tavío, que dejó boquiabiertos a los representantes del Ayuntamiento de Santa Cruz que acudieron a la firma del pacto entre CC y PP al proponer la creación de canchas deportivas para los parados de la capital.  Según la señora presidenta de la formación conservadora en la isla, “en una ciudad con un índice tan elevado de paro, sería conveniente abrir muchas instalaciones deportivas para que los desempleados puedan hacer deporte hasta que encuentren un trabajo”. Lo mejor de todo es que ni se descompuso ni se puso roja, ni un ápice, miren ustedes.

 

De verdad, alguien pensará que si tengo una especial manía persecutoria contra el PP en Tenerife y la verdad es que no, que en absoluto son críticas infundadas ni nada por el estilo, máxime cuando entiendo que esta formación es la que más se asemeja a mi manera de pensar y de gestionar un país o una ciudad, pero ello no es óbice para que digamos amén a todo, y menos cuando lo que se plantean son auténticas chorradas que, dicho sea de paso, han sido tomadas a chacota en Madrid, en la propia sede de Génova, donde están muy concienciados con el drama del paro y lo que no se puede hacer, ni en broma ni en serio, es hacer gracietas de este calado.

 

¿Acaso cree la señora Tavío que quienes estamos desempleados tenemos tiempo o tenemos la mente como para dedicarla a hacer deporte en la tarde? Mire, lo que debe hacer, si usted pretende encarar este problema formalmente, es plantear que se habiliten más cursos de formación, gratuitos, por supuesto, para esas personas que no hallan empleo ni a tiros, facilitar convenios con academias para que puedan opositar y acceder a la función pública o, casi lo más lógico, entablar conversaciones con los empresarios para que puedan contratar, con las ventajas fiscales pertinentes, a un número importante de parados. Lo que está claro es que al deporte se han dedicado y se dedican muchos de ustedes, que pasan olímpicamente de los problemas de los ciudadanos.

1 comentario

Máximo Medina -

El desempleo sólo se resuelve de una manera: volviendo a contratar. El único problema que hay es... económico. Los empresarios españoles, que tienen bastantes simpatizantes en el PP, han decidido capear la crisis a base de despidos, porque los beneficios tienen que ser resguardados a cualquier precio y eliminar personal es una forma más de hacerlo. Pero ahora viene la gran pregunta: ¿qué puede hacer un Gobierno? Varias cosas: unas por vía legislativa y otras por las del control. En cuanto a las leyes, es cosa de políticos y mucho me temo que no se va a llegar a un acuerdo. En el control gubernativo está la posibilidad de evitar que los trabajadores realicen más de 40 horas semanales, como estipula el Estatuto, y también que perciban sueldos que estén por debajo de salario mínimo, porque en una época como ésta, todo vale y si se permiten abusos, el daño puede llegar a ser irreparable. Las ideas de los políticos, incluida Tavío, son muchas veces absurdas y sus únicas acciones deberían estar encaminadas a crear empleo, sin que por ello los empresarios tengan que sacar tajada. Trabajadores y empresarios se necesitan, sin que por ello ninguno tenga que aprovechar la situación de cada momento. Perder un trabajo puede llegar a ser no sólo algo traumático, sino incluso trágico, pero a los empresarios les importa muy poco si logran mantener su empresa en activo. A la larga también es negativo, porque sin consumo, la economía actual no puede sobrevivir. Y ése es en estos momentos el problema de España, el descenso del consumo, agigantado por el crecimiento del desempleo. Si se soluciona la segunda premisa, se resolverá la primera. Y la salida de la crisis será cosa de meses. Si persiste la destrucción de empleo...