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Desde mi escaño

El transporte del Gobierno canario

El transporte del Gobierno canario

La entrevista realizada el pasado fin de semana al vicepresidente del Gobierno canario, José Manuel Soria, por parte de los compañeros de La Provincia/Diario de Las Palmas, no ha dejado indiferente a nadie, incluso dentro del propio Ejecutivo regional. Las palabras del también responsable de las cuentas autonómicas en el sentido de que igual hay que empezar a dejar el coche oficial y apostar por el taxi no han sentado nada bien en la residencia de Paulino Rivero, quien ironizó sobre que no ve a ningún mandatario autonómico viajando a bordo de las “unidades libres, próximas a quedar libres”. En fin, que parece que los chóferes que se encargan de llevar de aquí para allá a los miembros del gabinete regional no van a perder su alto nivel de trabajo, aunque a veces los desplazamientos van de Presidencia al Parlamento, apenas un kilómetro y casi en llano.

 

De todas maneras, en rigurosa exclusiva, ha llegado hasta mis manos un fragmento del simulacro que han protagonizado diversos representantes del Ejecutivo archipelágico que, puestos a ir más allá, no sólo renunciaban al coche oficial, sino también al taxi. Todos, absolutamente todos, apostaban por coger la guagua. La película de una jornada de trabajo comenzaría tal que así:

 

Paulino Rivero: José Manuel, ¿por dónde transitas?

 

José Manuel Soria: Calla, calla, Paulino, que estoy aquí en la parada de San Juan de Dios esperando a que pase la 014, pero es que ni la 911 pasa. Me da que me voy a tener que rascar los cuartos y tomar un taxi o ir a pata hasta Presidencia.

 

Y justo en estos momentos, en el móvil de última generación del presi, riing, riiiiiiiiiing.

 

P.R: Hombre Ruano, ya era hora que dieses señales de vida, ¿cuándo te piensas presentar por el búnker, que ya son las 12 y tenemos que empezar el Consejo de Gobierno?

 

José Miguel Ruano: No me hables presi, no me hables. Después de un viaje mareante en el Fred.Olsen, resulta que estoy en la parada para coger la 910 y enlazar luego con la 908 y ni a tiros, por aquí no pasa ni el carrillo de los helados.

 

P.R.: Pues haz como Soria, coge un taxi o vente a pata, hombre, que total estás al lado de Presidencia, por favor. Yo todas las mañanas me hago diez kilómetros con los ojos cerrados, así estoy sano y apolíneo. Por cierto, date prisa que ya veo por la ventana que Soria viene en taxi y sólo faltas por llegar tú y Rit….

 

Y sin terminar de pronunciar el nombre de la consejera de Turismo, suena el tercer teléfono del jefe del Ejecutivo, también de ultimísima generación y con el himno de las siete estrellas verdes.

 

P.R.: Rita, muchacha, que te estamos esperando.

 

 Rita Martín: No, si yo ya estoy aquí, pero no hay nadie por fuera, tan solo unos guiris haciendo fotos como locos. Por cierto, no sabía que ahora el edificio lo patrocinaba MoMa. Menudo viajecito en la guagua, hemos parado por todos los pueblos e incluso por el aeropuerto. No sabía que el coche oficial corriese tanto, de verdad, se me ha hecho el desplazamiento eterno.

 

P.R.: ¡Ay, madre! Ésta se marchó al centro de congresos del Sur. Seguro que no entendió que tenía que coger la 911 y lo que hizo fue marcharse en la 111. Nada, nada, que esto de ir en Titsa no me convence.

1 comentario

Máximo Medina -

Me han dado tanta pena que yo les prestaría mi utilitario cuando no lo necesitara. Estamos en épocas de austeridad, pero no se deben confundir con la tacañería. Los conductores del Ejecutivo regional van a seguir cobrando, salvo que los despidas y contribuyas así al paro. Como chiste no está mal, bastante bien traído por cierto, pero el Gobierno de Canarias donde debe ahorrar es en las obras, las que adjudican a empresas por un presupuesto que al final de los trabajos se ha duplicado. Cuando el presupuesto no alcanza, lo único que se puede hacer es no gastar y a la vez no endeudarse. Si el Gobierno o cualquier otra institución gastase sólo lo que presupuesta no tendríamos ahora ningún déficit que sufragar. El Ejecutivo debería copiar la forma de actuar de una familia corriente: menos ingresos, menos gastos. Ahora bien si usted pretende seguir gastando por encima de lo que gana, aparece la deuda. El endeudamiento obliga luego a sacrificios, tarde o temprano, con lo cual llega la crisis, provocada por esos propios poderes públicos incapaces de recortar la parte superflua del conglomerado presupuestario. Siempre hay cosas prescindibles, pero el problema es no equivocarse a la hora de decidir. Por mí, para acabar, que fueran todos andando, como hacemos muchos ciudadanos cuando nos tropezamos con la Administración. Así, estaríamos todos de igual a igual. ¿Y qué haríamos con los Audi, Mercedes y demás, que tenemos en los garages?