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Desde mi escaño

Cocina demoscópica

Cocina demoscópica

La Cocina de Invenciones Socialistas, CIS, ha revolucionado el mundo de la gastronomía demoscópica con unos resultados que no sería capaz de deglutir ni el mismísimo Carpanta. Resulta que este organismo ha mantenido en conserva los datos obtenidos de una encuesta realizada en la primera quincena de abril sobre intención de voto y, curiosamente, al amparo de las buenas (pero breves) noticias sobre el aumento de la Bolsa, se conoce que el PSOE casi se queda en un empate técnico con el PP. Ni la crisis, ni los cinco millones de parados, ni los provechosos negocietes de José Bono hacen mella en esos análisis del CIS, sólo el llamado caso Gürtel, un hecho de presunta corrupción en el PP que, lamentablemente para el juez Garzón, comienza a tener menos fuste. ¿Qué son tres trajes frente a no sé cuántos áticos? Por supuesto, todo sería malversar fondos públicos, sea un céntimo, sea un billón de euros, pero como todo en la vida hay que graduar la gravedad de los choriceos ibéricos.
 
Pero vamos, a lo que iba, el CIS se ha descolgado con una encuesta que nadie, en su sano juicio, puede creerse, máxime cuando en la valoración de los líderes de los diferentes partidos sale Paulino Rivero mejor clasificado que el propio Mariano Rajoy. Estamos hablando de que un dirigente regional ahora tiene mejor imagen que el candidato del segundo partido más votado en España. Eso no se lo cree absolutamente nadie, pero los buenos cocineros tampoco están exentos de meter la gamba, aunque está claro que ese error garrafal, ese exceso de sal no ha sido producto de un despiste, sino de un acto ex profeso, ordenado directamente por el maese chef ZParo.
 
Por supuesto, a estas alturas de la película, no vamos a escandalizarnos por las manipulaciones del CIS. Los ciscos que suele cometer este ente responden a instrucciones directas desde las altas instancias. Nunca se había realizado una encuesta con tanto tiempo de antelación y esperar pacientemente a sacar los datos cuando convenía.
 
Es más, si bajamos a un nivel de detalle para el que habría que utilizar la lupa de Sherlock Holmes, observamos que a pesar de que el muestreo se realizó entre el 6 y el 14 de abril, justo cuando estaba en todo su apogeo la publicación de nuevos datos del sumario Gürtel, tampoco es que al Gobierno le haya salido bien la jugada porque, incluida toda la maquinaria destructiva oficial para estigmatizar al Partido Popular, al final se demuestra que ni con los trajes de marras se consigue revalidar la confianza de los españoles en un presidente ya amortizado y que se aferrará al cargo como un clavo ardiendo ante una más que hipotética derrota en un adelanto electoral.

1 comentario

Máximo Medina -

Las encuestas, en especial del CIS, pueden ser todas creíbles, pero siempre que se explique cómo se hizo. No es el caso, porque el organismo público, a las órdenes directas del Gobierno se diga lo que se diga, no sólo desvelaría su metodología de trabajo, sino que encima lleva los resultados como mejor le parece. Me recuerda a las agencias de calificación económicas que sin que nadie sepa por qué rebajan a un país o lo aumentan según les conviene en cada momento. El CIS hace lo que le mandan y pese a que sus funcionarios puedan creer que son independientes en su cometido, lo cierto es que la realidad dicta otra cosa muy distinta. De todas maneras, es tan errónea cualquier encuesta que se da la curiosa circunstancia de que uno puede mentir impunemente sin que le pase absolutamente nada. Además, cuando hacen esas prospecciones: ¿preguntan siempre a los mismos? Más que nada lo pregunto porque a mí jamás me han cuestionado acerca de mis inclinaciones políticas. Que hagan una encuesta ahora a ver qué opina la gente de Zapatero. Eso sí que no pregunten a ningún funcionario ni tampoco a ningún pensionista...