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Desde mi escaño

Pros y contras de las redes sociales

Pros y contras de las redes sociales

La Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife acoge esta semana un curso sobre las redes sociales, impartido por la prestigiosa ponente Dolors Reig. Expertos en la materia disertarán sobre los diferentes aspectos de este fenómeno mediático que, lejos de ser una herramienta de contacto entre adolescentes, al estilo de un Messenger o del Chat de Yahoo, se ha convertido en un instrumento potente de contacto entre personas, pero no sólo como uso personal y privado, sino que también hace especial hincapié en la transmisión de información, en instrumento para organizar eventos y cualquier idea que se nos pueda ocurrir. En definitiva, no estamos sino ante el principio de una nueva forma de comunicación integral que, a riesgo de que puedan llamarme censor, hay que regular para evitar distorsiones innecesarias.

 

Por supuesto, nadie puede negar que la invención de la llamada red de redes, pomposamente denominada Internet, ha supuesto un avance en nuestra manera de ver la vida, de mantenernos en contacto con las amistades, después con jefes y compañeros de trabajo y ahora, incluso, hasta con gente que no conocemos de nada, pero que por una manera de pensar, un físico o lo que ustedes quieran pensar. En realidad, un señor de Arure, que nada tiene que ver ni jamás ha estado en Alabama, puede mantener una correspondencia electrónica con una mujer de esa localidad estadounidense porque ambos están apuntados en Facebook y da la casualidad, por ejemplo, de que los dos están interesados en la Colombofilia.

 

Efectivamente, la aparición del fenómeno de las redes sociales contribuye, por un lado, a que podamos encontrar a personas y colectivos que sean afines a nuestros intereses, pero, por el otro, también es verdad que la circulación de datos sensibles por la red se verá incrementada hasta proporciones insospechadas. Es más, ciertas compañías especializadas en este fenómeno de las redes sociales han recibido críticas, cuando no denuncias, por la utilización permanente y vitalicia de informaciones incluso cuando el usuario ha solicitado darse de baja. Quizá, este sea el principal escollo con el que nos podamos encontrar a la hora de proporcionar una serie de datos, que la fiabilidad de que no serán utilizados para otros fines que los que pretendemos originariamente se pueda ver distorsionada.

 

Por eso, una regulación a tiempo de las normas de uso, tanto por administradores como por usuarios, resulta más que conveniente. Las redes sociales, yo mismo hago empleo de una de las más conocidas para dar a conocer mi blog, me han permitido que sean muchas las personas que, sin tener vinculación ni directa ni indirecta conmigo, han podido acceder a los mismos y al propio blog al verlo publicado en esa red. Pero también es verdad que somos más de 500 millones de ciberusuarios de estos sistemas de comunicación y no todos utilizan esta herramienta desde un punto de vista profesional. Hay muchos jóvenes que, lógicamente, la emplean para dar a conocer a sus amistades las fiestas en las que han estado, los lugares de vacaciones que han visitado y, por desgracia, a veces se hace un uso indebido e ilícito de fotos que no todas las redes sociales protegen. De ahí que haya que quedarse con los aspectos buenos, que son muchos, y poner un estricto control sobre los más peligrosos.

2 comentarios

Supra Vaider High -

Fortune never helps the man whose courage fails.

Máximo Medina -

No me gustan ni tampoco me han interesado mucho las llamadas redes sociales, que de redes tienen mucho y de sociales poco. Porque el que alguien ponga una serie de mensajes o cuestiones en su perfil, porque esto va de perfiles, ¿hace a la red una herramienta válida para algo? Pienso que no, por el hecho de que mucha gente miente a la hora de hacer sus perfiles y en muchos casos, como ya ha ocurrido, suplantan la personalidad de otra persona, que ni siquiera se encuentra en esa red. Probablemente estemos ante una nueva moda de relaciones internautas, más que nada porque los políticos les han dado una gran importancia para difundir sus mensajes. Y eso, sinceramente, no me parece nada bueno: publicidad directa y sin intermediarios a tu propia cuenta. ¿Regular? Hombre parece obvio que sí, porque hay quien ya las está utilizando para englobar los gustos de casa persona y personalizar así los spam (correos basura) que luego recibirá. Por último, quien ponga algo en su cuenta no significa a ciencia cierta que sea verdad. Así que puedes estar compartiendo cosas con gente que ni siquiera es como tú piensas que es. Vamos, una moda pasajera. Ojalá fuera algo más y estuviera equivocado.