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Desde mi escaño

Huelga a la huelga sindical

Huelga a la huelga sindical Los sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO, vieron ayer truncadas sus ambiciosas aspiraciones de que el cuerpo funcionarial de este país llamado España se dejara engatusar por una huelga sectorial que sólo le convenía a los amiguetes y afiliados de turno de esas centrales. Justo cuando se ha tocado los derechos a los miembros sindicales, toca la reacción por parte de los Méndez y Fernández. Su llamada a un paro total en la jornada del martes 8 de junio de 2010 se ha saldado con uno de los mayores ridículos (y la cifra ha sido ligeramente superior a ese 11% que ha dado el Ejecutivo porque muchos son enchufados ugetistas o comisioneros que, de no obedecer las consignas del alto mando, saben que la puerta de la calle está a una sola patada en salva sea la parte.

Verdaderamente, el hecho de que la huelga haya fracasado no supone, por mucho que el Gobierno trate de vender esa idea, un cheque en blanco o un espaldarazo al tijeretazo salarial impulsado por ZParo. Nada más lejos de la realidad. Lo que ayer hicieron los funcionarios, ni más ni menos, fue salvar un día de sueldo y, de paso, decirle a los sindicatos que durante estos años han pecado de un egoísmo recalcitrante, que sólo han asegurado las prebendas para los suyos y que a los demás les fueran dando, con perdón, por donde amargan los pepinos. Hay muchas administraciones en España donde UGT y CC.OO se comportan irresponsablemente, son capaces de apuñalar a todo con colectivo con tal de lograr su propio beneficio. Y ni decir tiene lo que pasa en las Islas con el conflicto educativo, que eso ya es materia aparte, con veinte mil sindicatos y todos cabreados contra todos.

Por supuesto, los funcionarios no van a reírle la gracieta a los señores Méndez y Fernández, pero tampoco a un Ejecutivo caduco, desvencijado y con menos futuro que Torrente en una carrera de 100 metros lisos. La amenaza del 5% de reducción salarial puede cristalizar en una semana, porque ZP y los suyos están dispuestos a rubricarse a sí mismos. Ellos no van a esperar a un consenso con nadie, tienen claro que ese proyecto saldrá adelante y únicamente confían en que los amagues sindicalistas se queden en eso, en simple pose de cara a la galería.

Estoy plenamente convencido de que los funcionarios serán los primeros que sí se sumen a una huelga general desde el mismo momento en que todos los españoles acuerden esa jornada de paro absoluto, como el 14 de diciembre de 1988. A nadie le gusta que le toquen sus perras y entre el cabreo de los empleados públicos, unidos a clamos de casi 5 millones de desempleados y muchos millones más pendientes de un hilo a la hora de conservar su puesto de trabajo, aquí se puede montar la mundial, pero nunca que los sindicatos traten de manipular y ponerse a la cabeza de una convocatoria que han tratado de eludir en todos estos años pretéritos.

1 comentario

Máximo Medina -

Lo dije ayer y vuelvo a repetirlo hoy: hay un problema grave en este país si los funcionarios son agredidos de una manera tan brutal como una rebaja del 5% de sus sueldos (ya lo quisieran para sí las patronales en el sector privado) y aquí no pasa nada, porque por 'suspicacias' ni siquiera han sido capaces de hacer una huelga en el sector. Mal futuro les auguro, porque si el Estado (el Gobierno) se ve en la obligación de reducir más gastos, no les quepa la menor duda de que insistirá en su mirada a los empleados públicos porque "les bajan el sueldo y ni rechistan...". Hombre, quizás la próxima vez no sea un 5 sino un 10% o incluso más, depende... Pero la patronal no está muy interesada en este asunto, porque persigue con más astucia la reforma laboral (¿quién coño es ZP para hacer una reforma laboral) y la rebaja general de pensiones. Es decir, dos maneras rápidas y seguras de matar dos pájaros de un tiro: empobrecer más a los españoles y de paso tener más beneficios al reducirse los gastos. Se olvida la derecha y la patronal de algo obvio: con menos ingresos, los trabajadores realizarán menos consumo. Así, ¿cómo se reactiva la economía por la vía de la pobreza? Van listos. Eso sí, los sindicatos se han colocado en una situación muy complicada con su fracaso funcionarial. Los devaneos con el Gobierno y el rechazo a la Patronal les van a costar muy caros, porque al final todos se les van a virar en contra. Los primeros, "porque nos 'obliga' Europa" y los segundos porque "son sus enemigos de toda la vida y siempre lo serán...". En medio una clase trabajadora que sólo puede resistir por la economía sumergida, aunque renunciando a privilegios que hace años se había ganado con sudor y esfuerzo. Quienes crearon la crisis crediticia sabían lo que hacían.