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Desde mi escaño

Sindicatos con jeta de mármol

Sindicatos con jeta de mármol

Los sindicatos UGT y CC.OO no sólo es que tengan una caradura que espanta. Las industrias del metal y de la piedra están en avanzadas conversaciones para obtener materiales tan duros como los que atesoran en sus rostros los señores Méndez y Toxo. A nivel general, es decir, de España, para no inquietar en exceso al inquilino de la Moncloa, montan el chiringuito de la huelga general para el 29 de septiembre, en clara coincidencia con manifestaciones en el resto de la Unión Europea. A estos jetas les tiene sin cuidado que los funcionarios vean recortados sus salarios, que a los pensionistas les congelen su paga o que el resto de trabajadores vean como despedir en este país sale tirado. En realidad, la única consigna de esta peculiar pareja es la de asegurar su morterada de millones, vía subvención, que proviene de las generosas y manirrotas arcas de ZParo.

Lo verdaderamente vergonzante de este par de farsantes (nada fingidos, por cierto) es que donde no se atreven a montar una huelga general, en España, sí tienen los arrestos suficientes como para paralizar la capital, Madrid. Los paros que está habiendo en el Metro porque la Comunidad, ateniéndose al recorte de salarios que ha habido que hacer en todas las administraciones y empresas públicas, ha decidido retocar las nóminas a la baja, responden únicamente a un sectarismo político increíble. Pero claro, aquí los sindicatos se sienten fuertes porque no se deben a la manteca zapateril.

Y miren, tal y como recoge la Constitución Española, está reconocido el derecho a la huelga, pero lo que no es de recibo es que esos paros, que debían de estar produciéndose día tras día en todo el Estado, sólo se limiten a una ciudad que no está gobernada por el partido (PSOE) que unta a los sindivagos para que no monten más follón del necesario.

Además, dicho sea de paso, UGT y CC.OO mienten descaradamente a la hora de afirmar que no consideran que el paro general en la red de Metro (usada por más de dos millones de viajeros al día) sea una medida salvaje. Y faltan también a la verdad cuando hablan de abuso por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre en cuanto al tijeretazo en los salarios. Esas reducciones, les guste o no a Méndez y Toxo, se han dado en todas las administraciones, pero parece que tienen muy buena vista a la hora de saber a quién le montan un pollo sindical. Y aún está por ver que el 29 de septiembre se atrevan a esa huelga general. Lo dudo, lo dudo (como dice la canción).

2 comentarios

Miguel -

El sindicalismo, con la era ZP, ha pasado a convertirse en el "lameculismo ilustrado", aunque más bien cabría decir interesado. Como los políticos, los sindicalistas hace muchos años ya que han pasado a ser un mal necesario. Menudo paripé lo de la huelga general, con la boquita pequeña y para después del verano, no sea que le jodan los números al Gobierno y le priven de las cifras que arrojan de forma estacional los incrementos del verano en ventas y la reducción de paro. Hay que ...erse.

Máximo Medina -

Las contradicciones del mundo mundial. Los trabajadores de Metro de Madrid, que yo sepa, lo mismo estoy equivocado, no son funcionarios, luego a cuenta de qué se les tiene que rebajar los salarios. La siguiente es mejor, la empresa que transporta a los madrileños y visitantes por el subsuelo pierde dinero, no es rentable, parece que tampoco; pues entonces con que cara pretende el Gobierno autónomo de Madrid rebajarles los sueldos. Pero es que además hace sólo unos meses firmaron su nuevo convenio y en ese entonces, ¿no estábamos en crisis? Porque ese nuevo convenio ni se lo firmaron los sindicatos ni tampoco Zapatero, sino el Gobierno de la Villa y Corte. Los políticos, entre ellos meto a los madamases de los sindicatos, son así de graciosos, firman un compromiso y luego pretenden no cumplirlo, porque "las cosas han cambiado". Para acabar otra incoherencia: el PP se opuso a que se rebajaran los sueldos a los funcionarios y a que se congelaran las pensiones y luego en sus comunidades autónomas aplica las medidas de ZP como si fueran de todos los grupos. Yo no entiendo nada y a Méndez y a Toxo, menos. No se puede ser más blandengues y encima pretender mirar para otro lado. Todos, al final, se están cubriendo de gloria. ¡Tremendo lodazal!