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Desde mi escaño

Ante la crisis, nacionalismo exacerbado

Ante la crisis, nacionalismo exacerbado

Ante la crisis, nacionalismo, y cuanto más radical y exacerbado, mejor que mejor. Esta parece ser la consigna, el dogma de fe de determinados elementos en Coalición Canaria que venden patrioterismo barato y estigmatización española para eludir las responsabilidades propias. La gran mayoría de las competencias están transferidas desde hace varios años a las comunidades autónomas y muchas de ellas no han sabido gestionarlas. Más bien, destrozarlas.

Canarias, en el ranking competencial, es de las regiones con uno de los techos más altos, pero también la que demuestra una mayor incompetencia a la hora de ofrecer resultados positivos. Somos de las peores en materia educativa, con unos niveles de fracaso escolar que se pone a la altura de las enseñanzas que pudiese impartir Belén Esteban.

En turismo, unos ineptos totales. El sector que tiene que ser el motor económico de las Islas se ha visto ninguneado por los presidentes canarios y los planes cambian a capricho. Al final, hoteles cerrados, abandonados, con plantillas a las que no se paga y, lo peor de todo, una desatención al cliente que provoca, lógicamente, la huída en masa de decenas de cientos de miles de visitantes hacia otros destinos más competitivos y con el plus de una atención de calidad.

¿La sanidad? Esa mejor que ni la toquemos. En Tenerife, por ejemplo, aún están por verse hechos realidad los grandes complejos sociosanitarios del Sur y del Norte. Los hospitales de referencia, Nuestra Señora de La Candelaria y el Hospital Universitario, viven en medio de obras perennes, de grandes inauguraciones de la nada, de complejos acristalados donde la nadería es lo único que se puede presentar. No hay más.

Gran Canaria, por el sectarismo de Román Rodríguez (todo para su isla) es la única que ha mejorado en ese aspecto. Las islas menores viven del milagro constante. Cualquier intervención delicada precisa de medios de transporte urgente para poder llegar sano y salvo a las dos grandes islas. Y más de una vez el helicóptero de turno estaba siendo empleado en fines nada relacionados con el aspecto sanitario. A buen entendedor...

Podemos seguir con la creación de trabajo, con un Servicio Canario de Empleo saturado, incapaz de solventar el tapón de más de 250.000 desempleados y con un presidente de Gobierno, Paulino Rivero, que anuncia la creación de 80.000 empleos y luego los rebaja a 50.000. Me recuerda a Felipe González con sus 800.000 puestos de trabajo bajo el brazo. Mentiras acreditadas, pero aquí no pasa nada.

En definitiva, la clave es consumir nacionalismo plañidero, vender la idea de que vivimos acogotados por una España vil y cruel que nos somete cual señor feudal. Pero ese caldero de votos cautivos va perdiendo diámetro y profundidad. El discurso sólo lo compran cuatro amiguetes de Cubillo y algunos jóvenes que aún se creen el cuento de la descendencia de los guanches. Guste o no, a todos esos que defienden un origen tan noble, que vayan desengañándose. La Historia acreditó el exterminio casi por completo de la raza guanche. No quedó ni Cathaysa, la niña guanche de la canción de Pedro Guerra.

1 comentario

Máximo Medina -

¡Vaya don Juan! Yo siempre he sido nacionalista, pero de mí mismo. No necesito que otros me digan qué es la patria y todas esas historias con cierto sabor rancio. Me gusta defender lo mío, pero atendiendo a los parámetros estandar (me ha salido una frase que no la entiendo ni yo). Con el rollo ése de estandar quiero decir que respetando a los demás, algo que deberían hacer muchos para así evitar la mayoría de los problemas del mundo. Es cierto que Canarias tiene muchas transferencias, pero con algunas de ellas no saben ni qué hacer. Como a otras autonomías a mí me da la impresión de que todas las transferencias que suponen gastos las tienen las comunidades autónomas, pero las que necesitan financiación central no están del todo trasvasadas. Porcentaje de paro, sueldos los más bajos y mayor número de horas trabajadas. Eso es Canarias y ni el Gobierno central ni el canario han hecho nada al respecto. El nivel del vida en las Islas es de los más bajos y el IPC, de los más altos. En cuanto al turismo, ojo con las cifras que se manejan, porque es uno de los sectores más llorones que conozco. Todo les parece poco y son como un saco sin fondo a la hora de pedir y recibir subvenciones y ayudas. Es nuestro motor, pero no carbura como debiera, porque gran parte de ese dinero ni siquiera llega al Archipiélago, se queda en el camino. Para alemanes y británicos, nuestros principales clientes, la crisis ya ha pasado, pero quieren destinos más baratos porque intentan aprovecharse de nuestros servicios. El modelo económico canario no existe en el resto del mundo. Es imposible de entender que con un PIB que supera los 6.000 millones de euros aquí haya tanto paro y salarios tan bajos. Claro que es un problema del Gobierno de Canarias, pero también de muchos más (incluidos Madrid y Bruselas) que van a su rebufo. Problema complejo en una situación aún más complejo. Se buscan solucionadores y en los políticos actuales parece que no se encuentran, pues es obvio que ya habrían hecho algo.