Blogia
Desde mi escaño

CC 2011: Agua

CC 2011: Agua

¿De qué nos sirve que el Congreso de los Diputados haya dado vía libre a lo de las aguas canarias? ¿Se crea más empleo? ¿Mejorará la educación de las Islas, más inclinada y a punto de derrumbarse, como la torre que da nombre al informe PISA? ¿Quizá dará para construir hospitales en el mar y, de paso, acabar con las listas de espera en nuestra denostada sanidad autonómica? ¿Haremos la República Marítima Canaria Independiente, bajo la égida, of course, de Don Pepito Lomo de Ternera, alias Don José Rodríguez Ramírez?

Estoy convencido de que si hoy bajamos a cualquier calle del Archipiélago y le preguntamos a los ciudadanos, a cualquiera de ellos, lo que les parece esta medida, si va a reportar o no algo al beneficio de las Islas, estoy convencido de que obtendríamos un aplastante NO, muy por encima del 90%. ¿A cuento de qué viene cambiar esa denominación jurídica, si es que se puede, claro, de aguas internacionales por aguas canarias? A mí me hace mucha gracia cuando sale la plana mayor de Coalición Canaria a defender la teoría de que ya somos la cuarta autonomía en extensión. Y dos piedra u otra de gambas, les faltó decir a los susodichos.

Cualquier persona que reside en estas maravillosas Islas sólo quiere mejorar su calidad de vida, llegar a fin de mes, tener un empleo digno, disfrutar de una educación que raye en la excelencia o una sanidad que no sea tercermundista. Porque, por ejemplo, a lo mal que va nuestra enseñanza, mejor no mirar a lo que sucede en el ámbito sanitario. Tenerife lleva más de una década para contar con dos centros de referencia en el norte y en el sur. Han cambiado en tantas ocasiones la funcionalidad de estas infraestructuras sanitarias que les habría dado tiempo a hacer una sucursal del Monte Sinaí, uno de los hospitales de referencia de Nueva York.

Posiblemente, todo este ruido mediático que están haciendo los diputados y todos los prohombres de Coalición Canaria en torno a las aguas sea, precisamente, para ahogar sus penas dentro de unos meses, cuando las urnas les den cumplida respuesta a una inacción y, lo que es peor, a una contradicción continua y manifiesta, actuado cual niña del exorcista. Reto a cualquier dirigente nacionalista a que me explique cara a cara, con pelos y señales, qué ganamos con esa denominación. Lo emplazo a un café y hasta soy capaz de abonarlo yo si realmente me convence con argumentos. Lo dudo, pero si alguien quiere asumir el reto, ya saben donde localizarme.

1 comentario

Máximo Medina -

Con el asunto este de las aguas marítimas hay que mencionar que parece necesario pensar como un nacionalista. Si usted no lo es, le resultará difícil entenderlo. Lo primero para un nacionalista es saber quién es y posteriormente qué tiene. Somos canarios, vale, pero no tenemos soberanía sobre nada que no sean nuestras islas, el resto tiene que venir de otra parte. Y el primer paso es el reconocimiento de nuestras aguas territoriales. ¿Sirve para algo?, lo cierto es que, quizás para que los demás sepan que son nuestras y que en ellas podremos aplicar las leyes que nos vengan en gana, siempre que sean razonables. CC cree un gran logro alcanzar el reconocimiento de nuestras aguas jurisdiccionales, pero es que esta legislatura ¿tiene alguno más? ¿Quizás apoyar el aumento del IVA o aprobar los presupuestos nacionales? Incluso, ¿haber seguido apoyando a un Gobierno que está en sus últimos días no solo de credibilidad sino de ejecutivo en sí? ¿Qué saca a cambio? Eso es lo que debe traslucir a sus votantes y simpatizantes. Si usted sabe algo, dígalo, yo ni media.