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Desde mi escaño

Las vamos a pasar putas

Las vamos a pasar putas

La sociedad tiene que dar un cambio. Tal como vamos, la verdad, creo que esto puede acabar en un completo desastre, máxime cuando vemos como en Estados Unidos se va a dar carta de naturaleza a un programa en el que se buscan candidatas para ser prostitutas en un burdel de Nevada. Sí, así como lo leen. Y no se trata de una inocentada adelantada ni nada por el estilo. Es un hecho verídico y, salvo que a alguien con un par de neuronas se le ocurra para esta astracanada, en breve la ‘puritana’ población yanqui podrá observar las peleas y puñaladas traperas de las aspirantes para quedarse como el puesto de meretriz. Sin duda, la ganadora gozará de una reputada fama.

La cadena que llevará a efecto este esperpento es la HBO, que ha elegido como título del reality, Cathouse, algo así como Casa de gata. En España, por ejemplo, hubiésemos sido más radicales, más asilvestrados y hubiéramos bautizado al espacio como Casa de putas o Las vas a pasar ídem, presentado, por supuesto, por esa gran sacerdotisa de la casquería humana, Mercedes Milá.

Dicen que la intención de los responsables es la de ofrecer sexo, espectáculo y una visión humana sobre la prostitución. Un grupo de jóvenes féminas  tendrá que pasar una serie de pruebas físicas y psicológicas para obtener un puesto en la plantilla del burdel. El reality viene precedido por una tanda de reportajes que realizó la misma cadena hace dos años sobre el mencionado burdel y que se ganaron el éxito de la audiencia.

El propietario del prostíbulo, Dennis Hof, y una madame de nombre Suzette formarán parte del jurado que elegirá a la victoriosa ganadora. Según informa la web, en el programa se ofrecerá mucho sexo como reclamo, pero, como en cualquier otro reality show, también se verán los dramas humanos de sus protagonistas.

Desde luego, ojalá todo quede en una especie de broma macabra, de un esperpento mediático al que la audiencia le dé la espalda. No sólo estamos hablando de la dignidad humana, de unas mujeres que se merecen el máximo de los respetos, sino de que estamos dando vía libre a que se comercie directamente con nuestros medios para poder llegar a fin de mes, tener una vivienda, un trabajo, una familia.

¿Se imaginan ustedes, por ejemplo, a cinco millones de españoles luchando por un empleo con la presencia diaria de las cámaras? Hemos llegado al tope de la degradación de las personas. Si ahora una cadena televisiva va a poner en términos de legalidad una especie de oposiciones a prostituta, estamos abriendo la veda para que cualquier situación corra la misma suerte. Por ejemplo, no bastará con tener las habilidades intelectuales necesarias para ser profesor, sino que además habrá que hacer el pino puente, llevarle cortaditos al director, dejarse chantajear por el alumnado, ser un depravado sexual y rebajarse a cobrar por debajo del salario mínimo interprofesional.

Puede parecer un comentario desorbitado, pero insisto, estamos insertados en una sociedad que no paga, que no valora el esfuerzo, sino la vagancia, la extravagancia, ser un parásito en potencia y no disparar un cartucho. Ya nadie se come una rosca en este país por tener un máster en Harvard. Ahora luce más en el currículum tener la licenciatura en el Universidad Gran Hermano y dar conferencias sobre las propias miserias humanas. Lo que yo digo, las vamos a pasar putas.

2 comentarios

Máximo Medina -

En cuestiones de televisión los americanos lo inventan todo, por lo menos en las dos últimas décadas. Ellos idearon los realitys (si se escribe así, que hasta el nombre me rechina) y los han llevado a todas las circunstancias de la vida. Quizás, les faltaba la prostitución, pero ya lo tienen ahí, aunque no será como muchos piensan, porque en la tv americana no son nada brillantes en lo que a polémica se refiere. Quieren dar el golpe, pero dentro de unos límites no escritos que todos respetan. Con el programa ocurrirá como muchos predecesores: ¿enganchará o no? Es lo difícil en este tipos de espacios, que lo mismo pega y fuerte o se va al retrete en menos de un mes. Telecinco de esto sabe mucho y y puritanismo no tiene nada que ver. Aquí lo que manda es la publicidad. El resto son tonterías servidas de mejor o menor manera, buscando esos anuncios que llegarán o no, dependiendo de que el programa cale. Conociendo a los yanquis, todo puede pasar. Aunque, ojo, el contenido es lo de menos. Fueron capaces de tenernos seis años mostrándonos las estupideces de unos seres perdidos en una isla...

Martín Esputet -

Velarde el puritano dixit