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Desde mi escaño

Mentirosos recalcitrantes

Mentirosos recalcitrantes

Obama es como Zapatero, un vendedor de humo, un mentiroso recalcitrante, un caradura impenitente, pero los norteamericanos ya le han cogido la matrícula desde hace ya varios meses. Por muchos sondeos de popularidad que, verbigracia, encargue el mismo, la situación no puede pintar peor. Son muchos los desencantados por la pésima gestión que está llevando a cabo y, sobre todo, por sus contradicciones pacifistas. Igualico, igualico que Rodríguez Zapatero, alias el embustero.

Obama, cuando accedió al cargo, prometió, entre otras cosas, cerrar la cárcel de Guantánamo en el plazo de un año. Teniendo en cuenta que su toma de posesión se produjo en enero de 2009, las cuentas indican que hace ya casi un año que debería de haber estado chapado este centro. Pero no, aún permanece abierto y, lo que es peor, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha reconocido que "todavía llevará un tiempo" cerrarla, dilatando aún más este plazo.

El portavoz añada que "ciertamente, no se va a cerrar el próximo mes. Llevará un tiempo", dijo Gibbs en una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN, donde señaló que la clausura de esta prisión "dependerá en parte de la voluntad de los republicanos de trabajar con la Administración en este tema". O sea, igual que ZParo, que al final la culpa de todo la tiene el PP, ¡cómo no podía ser de otra manera con estos progres de trampa y cartón! 

Lo bueno que tiene el señor Obama es su color de piel (y que nadie lo entienda por la vía del racismo y la xenofobia, que conozco a mis clásicos). Puede prometer hasta meter y después de metido, nada de lo prometido. En cualquier caso, nunca podrá ponerse rojo, ni mínimamente colorado porque su tez oscura repele ese tipo de tonalidad vergonzosa cuando sabes que estás timando a una nación que te ha votado para un proyecto concreto.

Es más, aún estoy esperando a que el presidente de los Estados Unidos tenga la decencia de devolver el Premio Nóbel de la Paz porque, sinceramente, ¿de qué paz nos está hablando un señor que sigue mandando tropas a Irak, Afganistán, mantiene abierto el presidio militar de Guantánamo y el derroche presupuestario en armamento sigue superando a muchos gastos sociales?

Obama no es más que un producto de un excelente marketing, una burra coja que han sabido vender como un excelente caballo, pero en cuanto se ha puesto a andar ha demostrado que lo que natura no da, Salamanca no presta (o en este caso Harvard, por hacer el paralelismo geográfico). No obstante, no me considero engañado porque a este personaje lo calé durante la precampaña y la campaña. Estos políticos de tres al cuarto, capaces de basar toda su estrategia en un slogan tan grandilocuente como vacío de contenido, se traicionan a sí mismos cuando tienen que tomar decisiones. Obama ya lo ha hecho en su país, como ZP en España.

1 comentario

Máximo Medina -

El caso del presidente de EEUU es el mismo de otros muchos colegas que realizaron promesas en su campaña electoral y luego no supieron o no pudieron cumplir. El asunto de Guantánamo es una anécdota, porque donde ha tenido su principal caballo de batalla es en la sanidad pública, que ha caído en desgracia tras la sentencia de un juez. EEUU es un país enorme que tiene cantidad de intereses, tanto interiores como exteriores y el 'stablishment' no va a permitir cambios superiores a los tolerables. Quizás sea uno de los países que contiene más temas tabús y cambiar algo ya establecido es muy complicado. Acerca del Nobel de la Paz, creo que hace bien en no devolverlo, porque quienes metieron la pata en ese asunto fueron los que se lo concedieron, no él. La verdad es que hay que tener ganas para otorgar un premio de esas características al presidente de una nación que tiene tantos litigios bélicos abiertos por todo el mundo. Obama no es que mienta, es que si quería ganar debía dar una imagen. La dio y luego ya veremos. La comparación con ZP me parece super injusta, porque a este no lo respetan ni en su propio partido.