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Desde mi escaño

Ni ZP, ni Rubalcaba; creación de empleo

Ni ZP, ni Rubalcaba; creación de empleo

Los políticos son únicos para enredar las cosas y para distraer a los ciudadanos de lo que realmente importa ahora mismo. España, con casi cinco millones de parados, no está para debates absurdos sobre si se marcha o no se marcha José Luis Rodríguez Zapatero. Alguien en el PSOE debería haber dicho alto y claro al presidente que el cargo no es una responsabilidad que graciosamente baje del cielo, sino que ha sido puesto ahí por los electores para que lleve a cabo una gestión que, evidentemente, ha sido nefasta de todo punto, pero tampoco podemos olvidar que la corresponsabilidad de la misma la tienen sus compañeros, entre ellos Rubalcaba, y aquellas formaciones que han respaldado todos sus recortes sociales hasta dejar a nuestro país como ejemplo mundial de todo lo que no se debe hacer.

Ahora mismo, el debate principal que deberíamos tener no es si el vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz del Gobierno será el que ejerza la presidencia de España. No, ese es el interesado argumento que se esgrime desde la propia izquierda para tener entretenidas a las masas, para que no se hable de las veleidades de un Zapatero que pretende escabullir su culpabilidad. El hombre que negó la crisis, el tipo que hablaba de antipatriotas, intenta salir indemne del castigo al que se ha hecho acreedor y su penúltima ardid es la de endosarle la papa caliente al siempre hábil Rubalcaba. Pero no cuela.

Insisto que en una situación como la actual, con cerca de esos cinco millones de personas desempleadas, lo que los españoles quieren es encontrar una solución a la salida de la crisis, poder acceder a un puesto de trabajo, poder llegar a fin de mes, no tener que estar peleando por un lugar más privilegiado en la cola de los comedores sociales de esa Iglesia que, tan denostada por algunos, sirve de consuelo gastronómico a quienes no pueden siquiera costearse un mendrugo. Son demasiadas preocupaciones las que existen en España que el hecho de que cuatro o cinco políticos en el PSOE anden jugando a la sucesión, como si creyesen que el cargo es vitalicio, suena a auténtico pitorreo y tomadura de pelo de campeonato.

Por supuesto, tal y como ha quedado el país ahora mismo, tampoco podemos esperar gran cosa del equipo de Rajoy, pero no por su falta de eficiencia y de eficacia, sino porque el estado de las cosas es tan terrible (e igual sólo sabemos una ínfima parte, porque este Ejecutivo socialista se las ingenia muy bien para maquillar todo, hasta los atentados más graves que hemos sufrido) que costará tiempo y mucha paciencia para empezar a ver la luz al final del túnel.

Dicho en plata, no voy a hacer proselitismo a favor de los populares porque creo que antes de elevar al señor Rajoy a los altares habrá que ver cómo se desenvuelve con este toro que probablemente le va a tocar lidiar, pero evidentemente tampoco pienso jalear a un PSOE actual que, en menos de la mitad de tiempo, ha hecho bueno a míster equis, es decir al señor González Márquez, Don Felipe.

A mí, como a muchísimos millones de españoles, me interesa que quien venga a partir de marzo de 2012 (o antes) aplique simplemente criterios de sentido común, que se deje de experimentos con gaseosa. Practicidad y, sobre todo, empleo, mucho empleo y que empecemos a levantarnos de esta humillación que ya ha hecho, incluso, que Alemania acepte mano de obra española. Esto sí que es síntoma de estar mal no, sino lo siguiente.

2 comentarios

Alin -

A nuestros representantes políticos:

Esta isla fue, hasta hace no mucho tiempo, una tierra de promisión, representativa de la España más pujante y progresista. Aquí había un lugar para todos quienes estuviesen dispuestos a trabajar y a desarrollar sus emprendimientos. Cada día se abrían nuevos comercios. Restaurantes bares u otros locales vinculados a la hostelería y comercio y cada día generábamos puestos de trabajo.
Hoteles y restaurantes convivíamos en armonía, ofreciendo una amplia gama de servicios al turismo, que es la principal, por no decir excluyente fuente de recursos de Tenerife. Dábamos pleno empleo y con remuneraciones satisfactorias, pagábamos puntualmente los impuestos y a la vez, nuestros proveedores prosperaban satisfechos....
La crisis se ha abatido sobre el país entero pero, como es de público conocimiento, sus efectos han sido desbastadores en Canarias, tanto por su carácter insular, como por su dependencia del turismo, que es un rubro especialmente castigado en estas graves circunstancias. Empero, para colmo de males, nuestra actividad específica, la gastronomía, se ve oprimida por una causa adicional, la que seta produciendo, unida a las generales, la desaparición o quiebra de centenares de establecimientos y desalentando la apertura de nuevos desarrollos.
Nos referimos a la oferta del “TODO INCLUIDO”, que se ha impuesto como norma en la hostelería de la isla.
Motivados por un lógico afán de lucro, motor de toda inversión, las cadenas hoteleras han “capturado” así a una numerosa clientela que, en vez de consumir en los miles de locales que la isla ofrece, permanecen dentro de las lindes de su alojamiento.
Si bien creemos en la libertad de comercio y en la legitimidad de la búsqueda honrada de ganancias y supervivencia sostenemos que toda actividad comercial debe estar sometida a reglas que concilien el interés particular con el general.
En muy diversos ámbitos, tanto la ley Española como la europea e internacional, han debido poner límites a esa libertad. Hay así normas para impedir los monopolios, los acuerdos de precios, la competencia desleal, la propiedad simultáneas de la producción de electricidad y su distribución, de cadenas de televisión y medios periodísticos, etc., etc...
Sin embargo, nada defiende a los miles de propietarios o titulares de locales gastronómicos de Tenerife, casi todos ellos autónomos o pymes, de las oligopólicas y nefastas consecuencias del sistema “TODO INCLUIDO”
El resultado: hoy en día nuestra actividad es deficitaria. Para sobrevivir, quienes hemos podido hacerlo hasta la actualidad, hemos reducido al mínimo el personal contratado, no nos expandimos, carecemos de crédito, estamos obligados a comprar “al contado”, nos atrasamos (a nuestro pesar) con las obligaciones relativas a hacienda y seguridad social, hemos renegociado a la baja los arrendamientos y sueldos, al tiempo debemos rechazar las incesantes ofertas de personal calificado que deambula en procura de trabajo.
Aunque la crisis sea general, y aunque canarias sufra con rigor sus efectos, al menos la calamidad que estamos denunciando puede ser evitada con una reglamentación adecuada.
Pedimos a nuestros representantes, de todos los partidos políticos y a quienes hemos elegido para gobernar,adopten,cada uno dentro de sus competencias, las resoluciones que conlleven a dictar esas normas que tanto precisamos para que no desaparezca nuestra actividad y con ella uno de los mayores atractivos de Tenerife.
No solo hemos ofrecido siempre el mejor clima del mundo, sino también la variedad y multiplicidad de opciones para el ocio. Una isla con apenas un puñado de restaurantes y negocios locales salvados de la ruina será un destino querido por muy pocos y las cadenas hosteleras se hallaran frente a un triunfo”pírrico”, puesto que, salvando sus beneficios, se encontraran con un entorno triste, apático y desalentador. Mi punto de vista es que las vacaciones todo incluido deberían estar prohibidas en las áreas turísticas consolidadas y no hay un argumento justificable para no controlar el mercado libre de esta forma. Cuando el mercado libre crea un producto que no es beneficioso o perjudicial para la mayoría de la sociedad las administraciones intervienen. Aunque el libre mercado haya creado las vacaciones todo incluido, están dañando la estructura de la sociedad de Tenerife, amenazando el nivel de vida de los residentes en la isla, aumentando el desempleo y conduciendo al cierre de negocios , lo que llevará posiblemente a una degradación social. Hay una demanda pero a largo plazo las vacaciones todas incluidas destruyen la oferta complementaria y la intervención en el mercado libre prohibiendo las vacaciones todo incluido se puede justificar fácilmente porque esta intervención beneficiaría a la mayoría. Una intervención de este tipo no es nada nuevo, las administraciones intervienen constantemente en el libre mercado, así que podrían hacer lo mismo en el caso de las vacaciones todo incluido y prohibir este producto turístico en Tenerife. Las administraciones han intervenido en el mercado libre paralizando por ley la creación de nuevas plazas hoteleras. En este momento ciertos Ayuntamientos tienen en vigor restricciones para detener la creación de nuevas "actividades clasificadas" está interviniendo para paralizar el establecimiento de híper-centros en la isla. El gobierno Canario hace esto con toda la razón del mundo para proteger las cadenas de supermercados locales más pequeñas de la isla. ¿Por qué están ahora tan reticentes a hacer lo mismo con las vacaciones todo incluido? ¿Es la influencia que tienen los hoteleros que manejan las vacaciones todo incluido en Tenerife lo que reprime al Gobierno a actuar y convertir en ilegal la oferta de vacaciones todo incluido en las áreas turísticas consolidadas? La mayoría de los hoteles independientes de tamaño pequeño o mediano en las áreas turísticas consolidadas necesitan a la oferta complementaria para resultar atractivos para los turistas potenciales tanto como viceversa. Si queremos conseguir una temporada turística más larga, los hoteleros tienen que colaborar con la oferta complementaria y la administración debería promocionar y ayudar a ambos sectores de la industria turística por igual. Fuera de temporada la oferta de sol, arena y playa ya no es válida por sí sola y a consecuencia la industria turística en la isla, Si los hoteles ofrecen en temporada alta vacaciones todo incluido y retienen gran número de turistas en los complejos hoteleros, como ocurre ahora, quitan a la oferta complementaria su base de existencia y Tenerife nunca podrá ser un destino turístico atractivo durante todo el año. Hoteles,touroperadores y aerolíneas tendrían que ir ajustando constantemente los precios para poder ser más competitivos por tres razones claras: 1º España, desde que entró en el Euro, ha dejado de ser un destino económico ya que los precios de nuestro país están igualados e incluso son superiores a los países de la UE.
2º La crisis económica en la que nos encontramos inmersos.
3º Destinos emergentes con precios y productos mucho más competitivos. (tales como Turquía, Túnez, Croacia etc. Llegados a este punto, ya que creo que es aquí donde los destinos pueden diferenciarse e incluso volverse únicos y es por esto, que desde hace tiempo vengo defendiendo que tenemos que luchar por no implantar el modelo turístico caribeño del “Todo incluido”, ya que esto repercute directamente en este “turismo complementario” y por tanto en el modelo del destino.

Christian Max Amadei
x-1705388-f
Alin Ovidiu Popa
X-2631647-x

Nota: Esta carta la podemos apoyar con miles de firmas si hace falta
Telefono de contacto : 620528204 Alin

Máximo Medina -

Antes que crear empleo, habría que crear consumo. La razón es evidente: si la sempresas, las fábricas, los concesionarios de coches, las tiendas, las grandes superficies no tienen más ventas difícilmente crearán empleo: Si tengo diez clientes -los que ahora están en disposición de comprar- y la demanda sube a 20, me veré obligado a contratar más personal, en caso contrario, seguiremos estancados, porque la economía no se moverá. En ese sentido, la cosa está difícil, porque los socialistas que están en el poder no han hecho otra cosa que empobrecerlo todo, incluso los sueldos, en aras de una mayor competitividad. Claro, que si no vendemos...
Por otro lado, toda esta tontería de quién será el candidato socialista no es sino una cortina de humo más, porque hoy en día en su sano juicio, quién optaría por esa posibilidad política. Aquí quien ha hecho las cosas mal y que a la vez ha permitido la situación que vivimos no es Zapatero, es todo el PSOE, que el apoyado sin fisuras, y de los aliados que se ha encontrado en el camino, PNV, CiU y CC. Si un partido, con su líder a la cabeza, se dedica a hacer leyes contrarias a los intereses de la mayoría de los ciudadanos, aunque sea por el bien el país, difícilmente verá refrendado en las urnas un respaldo de los votantes, salvo que sean socialistas o vivan del Estado que ellos han 'creado'. Por ello, que el candidato sea ZP, Rubalcaba o cualquier otro no tiene la menor importancia, porque ellos mismos se han borrado de la lucha por el poder. El PP tampoco es que salga muy bien parado, ha apoyado la mayoría de las leyes regresivas (votando a favor o con la abstención) y la última ha sido la célebre ley Sinde, pero en el espectro político español no hay mucho más donde elegir, porque el resto de las fuerzas son residuales o sólo se presentan en sus comunidades de origen. Los cinco millones de parados son un argumento muy fuerte, pero en este asunto los únicos responsables no son los socialistas. Banqueros, multinacionales y empresarios tienen que ver mucho en todo esto, aunque todos estos últimos obligados por la inexorable ley del mercado, de la oferta y la demanda. Vamos que el estado actual de España no se arregla sólo con política, hace falta ayuda de mucha gente, incluida Europa, esa sociedad que mira por encima del hombro a los países periféricos, su gran mercado que se encuentra en un nivel de vida muy inferior. Es como jugar al póker con las cartas marcadas. Y encima nos tocan las peores.