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Desde mi escaño

La poltrona les vicia

La poltrona les vicia

La poltrona les vicia. El nacionalismo en España y, especialmente en el caso de Canarias, tiene por religión exclusiva el poder. Coalición Canaria no sabe de otra cosa que no sea estar en el poder, al precio que sea, chalaneando las voluntades populares, pero hay que mandar sí o sí. Da lo mismo ganar que perder. La incógnita de la ecuación la forzarán para que siempre salga con un signo positivo. Si a determinados personajes les dejasen gobernar las matemáticas, serían capaces de pervertir las normas más elementales para que, cualquiera que sea la combinación o la fórmula a aplicar, la igualdad siempre arroje como solución el término invariable de Coalición Canaria.

Desde luego, en la sede de Galcerán son maestros en la perversión del lenguaje que, al mismo tiempo, mezclan adecuadamente con las manipulaciones aritméticas. Que salga Paulino Rivero a decir que su fuerza es la más votada está al mismo nivel que afirmar tajantemente que ahora la superficie de Canarias ocupa los 50.000 km cuadrados (y dos piedras) por lo de la no-ley de la aguas archipielágicas.

Guste o no, lo cierto es que a nivel regional el triunfador ha sido el popular José Manuel Soria, con unos 70.000 votos de diferencia sobre CC. Los topes electorales, donde PP y CC siempre se han mostrado renuentes a su modificación a la baja, han perjudicado en esta ocasión a los conservadores porque, curiosamente, en 2003, con una situación a la inversa, pero con menor distancia en el número de sufragios, alrededor de 15.000 a favor de Coalición, los nacionalistas obtuvieron cuatro diputados más que el PP. Haciendo un evidente cálculo proporcional, con esos casi 70.000 papeletas de ventaja, el rédito de Soria hubiera sido mucho mayor, más cerca de una mayoría absoluta o, por lo menos, de un triunfo holgado en número de puestos a ocupar en el salón de plenos.

Lo curioso de todo esto es que desde CC se le llama inflexible, intolerante y obcecado a José Manuel Soria porque pretenda la Presidencia del Gobierno, pero, vamos a ver, ¿qué pretenden estos nacionalistas? ¿Amar a la poltrona por encima de todas las cosas? ¿Se han parado a pensar que tal vez los ciudadanos se han hartado de tanto discurso plañidero, de tanta estrella verde de pegote, de folklore de trampa y cartón, del rancio bocadillo de mortadela?

Entiendo que debe ser muy duro para determinados dirigentes de CC, verbigracia Paulino Rivero, quedarse sin poltrona, sin coche oficial, pero es que al final todo cansa, lo bueno y lo malo, sobre todo esto último. Al ‘jefecillo’ de El Sauzal lo hemos visto la intemerata de años de alcalde, de consejero, de diputado, de presidente y así súmale más de 30 años agarrado a la teta del poder local, insular, nacional y regional. Es lógico que cuando se está tantas décadas imbuido por la púrpura dorada, uno piense que aquello es su finca particular. Pero nada más lejos de la realidad. El terreno es nuestro y el político está cuatro años de alquiler, sin embargo con un matiz esencial, que el alquilado acaba poniendo las normas, los símbolos y lo que haga falta, mientras nosotros…ajo y agua hasta la próxima cita con las urnas.

2 comentarios

Máximo Medina -

Amigo Velarde, Coalición Canaria está integrada por un grupo de intereses que sin poder se desintegraría en un vaso de agua. El partido nacionalista ha sido visagra en las Islas durante los últimos lustros y se ha beneficiado de ello gracias al PP, que se nunca ha querido ver a los socialistas ni tan siquiera oliendo poder. Ahora se han cambiado los papeles (votos), pero CC quiere mantenerse en la poltrona porque son muchos los cargos que tiene que 'repartir'. El PSOE, por otra parte, que se ha llevado un zurriagazo de aquí te espero, estaría dispuesto a ser la comparsa para agarrar alguna que otra consejería y pillar coche oficial. Como diría el admirado José Manuel Pitti, aquí en el Archipiélago no gana nadie, gana la lucha canaria. Y Coalición, claro.

Oculista -

Ya lo había comentado yo, no sé a qué viene tanta sorpresa.
Debo matizar de nuevo:
Sí, es cierto que con el baremo que ha hecho, la mayoría del PP sería aplastante, pero también lo es que si la Ley Electoral se modificara y pudiesen entrar partidos políticos que estén por debajo del 5%, la cosa hubiera sido muy distinta.
Otro apunte más: cuando su admirado López Aguilar logró una mayoría aplastante, con 26 escaños, también CC, segunda fuerza, se alió con el tercero en cuestión, el PP. ¿Por qué no se indignó entonces?