Blogia
Desde mi escaño

¿Capital de la paz o de la cultura?

¿Capital de la paz o de la cultura?

No soy sospechoso en cuanto a mis filias y fobias políticas. Que la ministra Rosa Aguilar no me resulta simpática, tampoco es una novedad, sobre todo porque, como otros compañeros suyos, caso de Diego López Garrido, fueron capaces de traicionar a la causa de Izquierda Unida a cambio de un puestito y sillón oficial. Sin embargo, pese a ese análisis general, también me avengo a reconocer un aspecto, que la titular de Medio Ambiente ha estado atinada en su valoración, en su crítica acerada, aunque recubierta con guante de seda, sobre la elección de San Sebastián como capital europea de la cultura para 2016.

Alguien puede entender que la ex alcaldesa de Córdoba se dejase llevar por sus raíces y antepusiese un deseo personal a la globalidad, pero no, y ofrece para ello un argumento que resulta irrefutable, el del propio jurado, que alegó que la capitalidad cultural servirá como un símbolo de paz y que además premia a una urbe donde se empiezan a ver valores de convivencia. Pero, como la propia Aguilar apunta, ¿de qué estamos hablando? ¿de cultura o de pacifismo? ¿de qué iba esta certamen entonces?

La verdad es que tiene su guasa que ahora lo que prime para ser escogida cosede de la capitalidad cultura europea sea ese espíritu de paz, de no asesinatos, de no bombas lapas, de no goma-2. Cierto es que San Sebastián tiene muchas cosas que ver y que disfrutar, pero sobre todo que comer, porque esas tapas que hay en cualquiera de sus bares y restaurantes reviven a cualquiera, pero de ahí a que hablemos de una ciudad eminentemente cultural y pacífica…va un trecho bastante largo.

Además, fíjense ustedes que irónica es la vida. Ahora, cuando se le concede este galardón, resulta que gobierna en su consistorio la marca proetarra Bildu, unos tipos, revestidos de políticos serios, pero que no dudarán en empuñar un arma si fuese necesario. A los hechos me remito, por lo pronto, han quitado la bandera española y el retrato del Rey del salón de plenos. ¿Alguien ha tenido bemoles para llegar allí y decirle a estos sujetos que eso no se toca? Nada, al contrario, alguno ha aplaudido hasta con las orejas, y me que uno de ellos es precisamente el ex primer edil, Odón Elorza, alias Dumbo o el Forrest Gump de La Concha que, habitualmente, iba a hacer ciertos ejercicios en muy almibarada compañía.

En fin, esto es lo que tenemos, Bildu gestionando ahora lo que será la capitalidad cultural europea de cara al 2016. Solo espero que, ya que el premio se lo han otorgado en base a unas condiciones, que en cuanto éstas se incumplan (de hecho ya se está haciendo), con la misma celeridad se le quite ese reconocimiento.

1 comentario

Máximo Medina -

La política llega a todas partes y a la cultura más que aninguna otra. Desde los mecenazgos en la Edad Media, la cultura siempre ha estado subvencionada y se han convertido en tópicos frases como el pintor que no vende un cuadro o el escritor que no puede vivir de sus libros. Pues bien, estas historias de capital cultural y demás no son otras que las de la propia política cultural a nivel internacional, ahora bien que pongan a San Sebastián como una ciudad de la paz, con los antecedentes que se tienen de propia ciudad donostiarra como de su provincia, como que patina un poco. También resulta extraño ver cómo la ministra Aguilar habla de error y sus colegas de Consejo de Ministros, González-Sinde y Garmendia, señalan que es todo un acierto. Quizás estas dos últimas ministras olvidan que en San Sebastián manda Bildu o puede que la tierra les tire más que la realidad. Controversia por tanto en el Gobierno, algo nada inusual en este caso.