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Desde mi escaño

Los consejeros 'republicanos'

Los consejeros 'republicanos'

Mi amiga y compañera Carmen Ruano es de estas periodistas de raza a las que no se les escapa nada. Baqueteada en la profesión, jefa de prensa en la Consejería de Sanidad, directora en La Opinión y ahora haciendo un periodismo libre junto con Paco Almagro en El Blogo Feroz, ha pillado en bragas a los consejeros del Gobierno de Canarias al no haber jurado o prometido fidelidad al Rey en el acto protocolario de la toma de posesión.

Aceptando pulpo (Paul…ino, para más señas) como animal de compañía, lo cierto es que suena demasiado chirriante que se haya producido ese despiste de tan grueso calibre. Además, por varios motivos. En primer lugar, prácticamente la mitad del gabinete riveresco ya ha ejercido labores como consejero: Inés Rojas, Domingo Berriel y Juan Ramón Hernández, amén del propio presidente, que hace unos días juraba su cargo como tal y guardó esa fidelidad al monarca. Pero. por si esto no fuese poco, tenemos como dato de relevancia que el Gobierno está sustentado por el PSOE, es decir, que tampoco los consejeros nombrados por éste, entre ellos los señores Francisco Hernández Spínola y José Miguel Pérez. ¿Acaso es que el PSOE comienza a asumir las tesis de ese rancio nacionalismo con deriva secesionista?

Entiendo que estas cosas se le puedan pasar por alto (es un eufemismo, por supuesto) a los concejales de Bildu, que pasen olímpicamente del Rey, que quiten su retrato y la bandera española, pero canta demasiado el hecho de vender este desaire al primero de los españoles como un despiste. El Archipiélago, desde hace algún tiempo, está empezando a contagiarse de un nacionalismo plañidero. Cierto es que al final son cuatro paniaguados los que abrazan esa tesis. Canarias jamás podrá ser un Estado porque un altísimo porcentaje, por encima de un 90% (incluso un 95%), desea seguir siendo, antes que nada, español. La chaladura del carné o del pasaporte canario está muy bien para hacer el chorra un domingo en el Mercado de Nuestra Señora de África, pero de ahí no pasa.

En fin, Coalición Canaria sigue dando muestras de un partido escasamente serio, riguroso y formal. Sus cambios de decisión, su variabilidad (o endeblez, mejor dicho) argumental provoca que nadie que tenga dos dedos de frente pueda tenerlo como un socio fiable. Las elecciones generales van a ser un termómetro ideal para ver cuál es la cosecha que obtienen estos nacionalistas de pacotilla. Se quedaron en dos diputados en 2008. Vamos a ver qué sucederá en noviembre, mes previsible para el adelanto de los comicios, pero tiene toda la pinta de que CC se puede llevar un varapalo histórico.

2 comentarios

Máximo Medina -

Coalición Canaria se ha apuntado, desde un tiempo a esta parte, a los brindis al sol. Aparte de la mortadela, también se puede echar un trago a 40 grados. Y los socialistas hace años que están metidos en ese percal, así que si forman juntos Gobierno en Canarias, qué se podía esperar. La política de gestos no le dice nada a la ciudadanía, aunque ellos se crean que es muy importante. Así que si juran, prometen o lo que les venga en gana no deja de ser un acto protocolario que tampoco lleva a ninguna parte. Si encima, como usted indica, fue un error de la oficialidad del acto, pues más ridículo parece todavía. La fidelidad tiene que jurársela uno a sí mismo para hacer lo mejor para sus representados. Lo demás son pamplinas y ocurrencias.

Grocho -

Al respecto de las estadísticas que aparecen sobre los canarios que desean la independencia, me gustaría saber de dónde salieron esos datos. ¿De su chistera?
Las encuestas y porcentajes solo aparecen cuando no se tiene nada mejor que decir. Y eso lo sabe el 73% de la población.