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Desde mi escaño

Curbelone: La ciudad no es para mí

Curbelone: La ciudad no es para mí

Curbelone, ‘El Padrino’, ya no puede frenar de ningún modo las informaciones que regularmente vienen saliendo sobre su formar de gobernar la isla y sobre las actitudes más o menos mafiosas que adopta cuando alguien se opone a sus disparatadas propuestas. El episodio del Gola, del que jamás hubiese tenido conocimiento la prensa si no llega a ser por esa actitud típica del cacique de pueblo que se cree que en la gran capital puede actuar del mismo modo tabernario que en su pequeño territorio, ha servido para que a este caballero se le conozca en su verdadera dimensión, un personaje siniestro, incapaz de aceptar un no por respuesta y tener controlados a todos aquellos a los que ‘daba’ un empleo a cambio del apoyo electoral de toda la parentela.

El gabinete de prensa del Cabildo de La Gomera siempre ejercía un control brutal sobre los medios de comunicación, incluso de los que no estaban radicados en la propia isla colombina. Jamás uno podía encontrar una crítica que afectase al entorno de Casimiro Curbelo y sí al socialismo. Es más, la maledicencia más arraigada habla de que era el propio presidente de la corporación insular quien se encargaba de enchufar el ventilador de la porquería para aventar toda la mierda posible a su rival en el PSOE, el entonces alcalde de San Sebastián de La Gomera, Ángel Luis Castilla, otro elemento torticero y racista que también era para echarle de comer aparte que, ante un corral tan pequeño, era picoteado por el gallo grande, es decir, Curbelone.

Fíjense ustedes hasta donde llegaba la dictadura mediática de este dictador insular que cuando empezaron a publicarse en ABC informaciones sobre los pelotazos urbanísticos y medioambientales del Cabildo de La Gomera, ni corto ni perezoso cogió este buen señor (por llamarlo de alguna manera) y se personó en el muelle del puerto de San Sebastián de La Gomera y secuestró el centenar de ejemplares que iban destinados a los quioscos de la isla. Nadie pudo enterarse, al menos en papel, sobre los chanchullos de este avieso socialista.

Sin embargo, las nuevas tecnologías, con periódicos on line de ámbito nacional y la natural torpeza de este cateto, que bien podría hacer las veces del primo palurdo de Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí, han hecho lo inimaginable, que toda España sepa quien es este impresentable, sus actitudes chulescas, sus llamadas amenazantes y hasta como se ha desprendido de empleados por el simple hecho de que sus parejas, por ejemplo, se hayan comprometido laboralmente con un partido político distinto al que el representa.

Hay quien mantiene la tesis de que a este cenutrio, a pesar de los hechos demostrados, seguiría contando con los votos de los suyos. Pero eso no tienen ningún misterio, cuando tú puenteas al Gobierno de Canarias e incluso al estatal y te arrogas las competencias en materia de empleo, los desempleados de la isla ya saben la vía por la que vienen las dádivas. Quizá sea hora de que administración regional y nacional se pongan las pilas y pongan al cabezudo colombino en su sitio. No es tolerable que la mafia siciliana o el gangsterismo chicano permanezca activo en pleno siglo XXI.

2 comentarios

Sergio Ramos -

Por lo que veo aqui la cuestion es hacer leña del arbol caido. Creo que deberiamos esperar a ver que es lo que pasa en los juzgados, y saber quien dice la verdad; una vez sepamos esto, ya podremos decir las cosas de una forma mas acorde, aunque me imagino que pase lo que pase, se seguiran diciendo las mismas cosas. así funciona ultimante la politica.

Lo graciosos de todo esto, es que, todo el mundo, que no vive en la Gomera, pide dimisiones, que lo metan preso, etc..., pero no he visto todavia a nadie de La Gomera diciendo las barbaridades que se dicen fuera de la Gomera.

Seamos pacientes para saber quien tiene la razon y luego actuemos coherentemente

Máximo Medina -

Quizás ese sea el problema, que al actual presidente del Cabildo gomero deban conocerlo en su isla y no en otros parajes donde no tiene tanto peso. Eso sí, luego el pueblo es soberano para votar a quien le plazca y en es sentido me temo que el exsenador ha tenido tiempo más que de sobra (el que lleva en el Gobierno de 'su' isla) para crear el clientelismo necesario. Se podría asemejar y mucho a lo sucedido en las últimas décadas en una comunidad llamada Andalucía, o Extremadura o incluso Castilla La Mancha. Aunque todo lo que empieza tiene su fin. O debería tenerlo.