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Desde mi escaño

La economía como piedra filosofal

La economía como piedra filosofal

Mariano Rajoy ya ha escogido su primer gabinete de la legislatura, ministros altamente cualificados para poder trabajar en condiciones, y que tendrán que demostrar desde el minuto cero que son los adecuados para luchar contra la crisis que nos golpea desde hace más de tres años y con un Gobierno saliente que ha hecho todo lo posible para dejarnos en la miseria más profunda que se recuerda por estos lares. Pero, evidentemente, no es tiempo de plañideras, es momento de que los De Guindos, Montoro, Soria, Pastor, Báñez, Fernández, Margallo, Sáenz de Santamaría, Morenés, Gallardón, Mato, Cañete o Wert no pierdan un segundo en el detalle, sino mover papeles y darle agilidad a los ministerios.

En líneas generales, Mariano Rajoy ha tenido un elevado índice de acierto en la elección de su equipo, con una fuerza económica evidente, con el desdoblamiento de los ministerios de Economía y Hacienda, amén de poner a personas con un claro perfil tecnócrata en las áreas de Fomento, Trabajo, Agricultura e Industria.

Especialmente relevante es la elección de José Manuel Soria al frente del megaministerio de Industria, que engloba energía, telecomunicaciones y turismo. Nada hay que decir sobre la importancia que tiene el sector industrial en España y como este político canario puede relanzarlo, pero vital es que turismo haya recaído en su parcela de gestión. Canarias, él lo sabe bien, vive por y para el turismo. En los últimos años, este sector ha ido en clara decadencia, con repuntes puntuales, pero ingresos cada vez menores por mor de unas ofertas demasiado chollo para los visitantes, pero la ruina absoluta para los hosteleros. Si alguien puede hacer que el país pueda volver por sus fueros como referencia turística ese es Soria, quien a ver si consigue de una vez por todas que se acabe con esas guerras absurdas en lo que toca a promoción turística.

También importante es la recuperación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Nada de nombretes raros y, sobre todo, que esté al frente un especialista en las negociaciones europeas como Miguel Arias Cañete, alguien que sabe moverse como pez en el agua por los intrincados y tramposos vericuetos de Bruselas y Estrasburgo.Tampoco puedo dejar escapar la medida de juntar Educación y Cultura, con Wert al frente del departamento, o la decisión de Rajoy de desdoblar el megaministerio de Economía y Hacienda en dos áreas diferenciadas, pero complementarias.

En cuanto a la elección de Gallardón, Rajoy sí que se equivoca, amén del propio elegido. Se ha perpetrado la estafa a los madrileños que, mayoritariamente, habían optado por el cabeza de lista del PP para la Alcaldía de Madrid y éste, a los seis meses les ha dejado en la estacada y con una botella (sin segundas) presupuestaria que debe estar más tiesa que la mojama. No se duda de las habilidades de Gallardón como titular de Justicia, pero esto sí que ha sido un engaño al ciudadano de la capital de España.

1 comentario

Máximo Medina -

Me he leído su análisis del nuevo Gobierno y es usted bastante condescendiente. ¿Como que 'ministros cualificados'? Que yo sepa sólo Ana Pastor y Arias Cañete han sido ministros, salvo Rajoy, claro; y del resto sabemos sólo su currículum. Se les debe dar tiempo, pero la cualificación sólo la avala la experiencia y... no la tienen. Parece evidente que es un Ejecutivo 'económico', pero Rajoy acierta en el sentido de que sin una buena gestión en esa parcela, no somos nada. Estoy de acuerdo con el caso Gallardón, pues da la impresión de ser un fraude para los madrileños que le querían como alcalde de la capital. Se escudan en que no se votaba al ahora ministro de Justicia, sino a la lista, pero todos sabemos que en los municipios el cabeza de lista pesa mucho. Vale el chiste fácil de los jóvenes que indican: "Nos prohíben el botellón y luego nos ponen una Botella". Habrá que ver cómo lo hace la señora de Aznar, lo mismo tenemos una política de más relumbrón del que se le conoce hasta ahora.