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Desde mi escaño

Negro futuro para el periodismo

Negro futuro para el periodismo

No se trata de hacer proselitismo ni de creernos el último refresco en el desierto, pero lo cierto es que las declaraciones que ha realizado a 13tv el señor Manuel Campo Vidal sobre lo que tienen que hacer los futuros periodistas, que es básicamente buscarse la vida estudiando ingeniería, ponen el acento en que algo mal se debe estar haciendo desde los organismos responsables. Desde luego, cuando este comunicador dice sin esconderse que los estudiantes de periodismo no van a encontrar trabajo en lo suyo es como para echarse a temblar. Entonces, ¿qué futuro le espera a esa cantera? ¿para qué seguir teniendo abiertas tantas facultades de Periodismo?

Campo Vidal pone un ejemplo que, a priori, no está mal, que es que en España casi existe un aeropuerto por ciudad y que ya se ha venido a demostrar que no eran necesarios y que, por tanto, se están cerrando todos aquellos que se han abierto por capricho. Entiende que con las facultades de Periodismo pasa tres cuartas partes de lo mismo, que han florecido indiscriminadamente y ya no hay cama para tanta gente, como reza la famosa estrofa de aquella canción de la inolvidable Celia Cruz.

Sin embargo, en el análisis de Campo Vidal se echa de menos hablar en profundidad, por ejemplo, de la ausencia de un filtro necesario para evitar intrusismos profesionales. Hemos admitido como ’animal de compañía’ que no sea necesario estar licenciado en Ciencias de la Información, que se tenga en cuenta la experiencia en medios de comunicación, pero por lo que no se puede pasar, bajo ningún concepto, es que se tengan a personas como Belén Esteban dando clases magistrales en una cadena de televisión, aunque cierto es que se trata de Telecinco y en la empresa privada, nos guste o no, cada quien hace lo que considera más oportuno.

Tampoco se le ha escuchado hablar de los sueldos, por lo general bajos o muy bajos (o incluso inexistentes, como el pago de piezas a 0,75 €). Digo yo que no se trata de coartar las aspiraciones de aquellos que quieren disfrutar de estar escribiendo una columna, haciendo un corte de radio o unos totales, pero sí de hacer un estudio de mercado a largo plazo. No podemos sacar hornadas de miles de periodistas al año, pero tampoco correr el riesgo de que pasen dos décadas y quedarnos sin relevos necesarios, que algo así sucedió con los anestesistas, concretamente con el asesinado Ernst Lluch, que cuando fue ministro de Sanidad dijo que sobraban a montones. El resultado final fue que años después había que traerlos de Europa porque aquí nos faltaban. Previsión, esa es la clave.

2 comentarios

Máximo Medina -

Es probable que tenga razón Campo Vidal en lo que concierne a encontrar trabajo, pero también me gustaría que dijera en qué carrera sí va a encontrar curro el alumno que alcance la licenciatura. No hay que tener muchas luces para saber que el trabajo está en crisis, que todo, absolutamente todo, se está revisando a la baja (salvo los sueldos de los banqueros, esos que piden moderación salarial) y no me extraña nada el mal trago que están pasando los medios de comunicación al quedarse sin uno de sus dos ingresos notables, la publicidad. Al empresario, por otra parte, dale una justificación y se cepilla media redacción sin pensárselo dos veces. Lo único que le importa es la cuenta de resultados, lo demás huelga. Es obvio que sobran periodistas en España, pero de ahí a decir que no se curse la carrera, se ha pasado tres pueblos y un par de capitales de provincia. Ya vendrán tiempos mejores y resulta evidente que hay que estar preparados. Sin la preparación necesaria, no somos nada y algunos ni preparados.

Luis Miguel Grandoso -

El señor Campo Vidal, en el ocaso de su carrera, dice una verdad como un puño, pero se guarda otras, que no le interesa desvelar. Por ejemplo, que él siempre fue un periodista de la villa y corte, más de corte que de lo otro. Que pasó un prolongado espacio de su vida en TVE como si fuera un funcionario más y que ahora sólo está y se le espera para las grandes ocasiones, debates y demás zarandajas de la democracia moderna. Tiene razón en que las facultades sobran, en el sentido de que se exige tan poco que salen muchos profesionales con título en mano. No sobran facultades, pero sí un estudio más específico del periodismo. Lo que ocurre es que, no como en otras profesiones liberales, el periodista se tiene que integrar a una empresa, privada, y allí lo que pinta es otra cosa diferente a lo que le han enseñado. Un periodico, radio o televisión tiene sus intereses y el licenciado en Ciencias de la Información tiene que amoldarse a ello o... irse al paro. Otra verdad tangible es que el periodismo es la profesión que más ha sufrido por la crisis, dando tasas de desempleo superiores incluso a la construcción. Los empresarios de los medios se han encontrado con el huevo de Colón sin tan siquiera buscarlo: producen lo mismo, con la mitad de personal. Y el que se queje, a la calle, que hay unos cuantos miles esperando. Sueldos de risa y horarios inhumanos son otros factores de esta profesión que en su día fue respetada y ahora vilipendiada. Escribir está bien visto, pero hacerlode lo que pasa cada día no tanto. Estamos de capa caída, colega Velarde, pero no se adivina nadie que quiera subirnos... la capa.

P.D.: el intrusismo profesional fue creado por los empresarios, cuestiones de coste, con los gobiernos de este país mirando para otro lado. Claro que la libertad de contratar siempre la han tenido y la tendrán. Por si fuera poco, nuestra clase política no es muy amiga de la regulación. No en este apartado, a ser posible, en ninguno.