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Desde mi escaño

Meterse en casa ajena

Meterse en casa ajena

La señora presidenta de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, se ha metido en un jardín sin tener necesidad de ello. La mandataria de la Pampa, que tiene el país hecho unos zorros, ha hecho unas declaraciones en el sentido de que Mariano Rajoy y los empresarios españoles son unos suertudos porque los sindicatos no montan una huelga general. La política argentina se ha convertido en una especie de jaleadora y de propagandista de los chicos de UGT y CCOO y les anima con energía a que monten una gorda en España, que el país se paralice. 

Desde luego, ya es un atrevimiento supino meterse en casa ajena e intentar poner el hogar al gusto que tú quisieras, pasando olímpicamente de sus moradores. Y eso es lo que ha tratado de hacer la señora Kirchner, organizar la vida de los españoles como si ella no tuviese bastante con el quilombo que es Argentina en muchos aspectos, donde aún no se ha recuperado del famoso corralito. Sí, es verdad que en España no es que estemos mal, sino peor, con cinco millones largos de desempleados, pero ello no le da autoridad a decir qué tienen que hacer o no los sindicatos. 

No vamos a negar que sobre España opina y nos tutela cualquiera dentro de la Unión Europea, que Francia y, especialmente, Alemania nos ponen deberes a troche y moche para intentar salir de la crisis. Habrá quien entienda que lo que hacen Sarkozy y Merkel es exactamente lo mismo, meterse en nuestra casa, pero con la diferencia que mientras Argentina es otra comunidad de vecinos ajena y lejana a la nuestra, los franceses y los alemanes comparten edificio con nosotros y temen que con gente como los griegos, italianos, irlandeses, españoles y portugueses la construcción amenace ruina y todo se vaya al garete. Normal su preocupación. 

Señora Kirchner, usted solvente sus problema, deje de estar preocupándose por lo que nos pasa a los españoles y, en el mejor de los casos, siga entreteniendo a los suyos con la guerra de Las Malvinas, llame a Chávez y monten una revolución contra el Imperio Británico si así le place, pero déjenos a los demás organizarnos como queramos o como nos dejen en nuestra comunidad.

2 comentarios

Máximo Medina -

Cristina Fernández de Kirchner (el segundo apellido es de su marido que falleció y debería quitárselo para quedarse en Cristina Fernández a secas) como presidenta de Argentina puede opinar lo que le dé la gana, pero de ahí a incitar a otro (u otros) a hacer algo, como que queda algo feo y hasta fuera de lugar. Pero vos sabés cómo son los gauchos y más si es la primera autoridad de la República. No anda Argentina como para dar consejos a nadie, pero allá ellos. Se ve que se animado la señora tras esa enfermedad fallida, de la cual me alegro mucho. En cambio, discrepo con usted amigo Velarde (a mí eso de vos se me queda como algo lejos aunque no deja de ser español y además gracioso) en eso de que Francia y Alemania nos ponen deberes y tenemos que hacerlos. No estoy de acuerdo por la sencilla razón de que España se encuentra, como Italia, Irlanda, Portugal, Holanda, Bélgica, qué decir de Grecia y los países del Este incluidos los bálticos, en desventaja con respecto a estas dos potencias a la que habría que añadir Gran Bretraña. Ellos montaron un club (no un edificio porque ni hay ni tan siquiera cimientos) y nos metieron a todos en él con el argumento de que sería mejor para todos. La realidad ha sintetizado justo lo contrario y no los veo yo como profesores (poniendo tareas) a sus alumnos más retrasados. Ellos lo tenían todo preparado antes de la Unión y nosotros, y los demás citados, teníamos que converger. Los únicos que se dieron cuenta de todo el asunto fueron los nórdicos (aún así cazaron a Finlandia) y la impertubable Suiza, que no se mete en ningún berenjenal ni aunque le ofrezcan el oro y el moro. Pese a ello tengo una duda ¿por qué no entraron en la UE San Marino o El Vaticano? Será que allí no hay pasta y no por eso no interesan. Que esto es una unión monetaria y económica. Lo demás nos lo trae al pairo. Ah! Cristina, con todo el respeto del mundo, callada está más guapa. Ni que decir.

Marcelo Landi -

Ah, pero resulta que usted puede hablar de las elecciones internas del PSOE y la señora De Kirchner no puede referirse a España.
Digo yo que la señora Presidenta puede opinar de lo que quiera, ¿o le molesta que sea crítica con los suyos? Además ella sabe de lo que habla, que con mucho esfuerzo ha levantado un país que estaba arruinado y que económicamente le da un repaso a España.
Si usted de acuerdo en que se le recorten los derechos a los trabajadores en España porque lo impone su partido, muy bien, pero no critique a los que se posicionan en contra.