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Desde mi escaño

La Copa de los pretextos

La Copa de los pretextos

¡Qué cansinos! Barcelona, Ath.Bilbao y Real Madrid están montando un circo curioso a raíz de la final de la Copa del Rey. Los dos primeros, que son los que jugarán el encuentro, desean que éste se celebre en el Santiago Bernabéu, mientras que el cuadro merengue ya ha dicho que allí no se disputará el partido porque están comprometidas las obras de los baños y de 20.000 butacas nada más termine la Liga (y la final de Copa, salvo extrañas carambolas, se jugaría no antes del 20 o del 25 de mayo). Pese a todo, los dos finalistas están chinchando a los madridistas y estos ya han dicho que no en todos los idiomas, por activa y por pasiva (y hasta por perifrástica).

¿Y cuáles son las razones verdaderas que les empujan a culés y leones a querer que la final de la Copa del Rey se juegue en el templo blanco? La primera es irrebatible, el aforo, casi podrían acudir 40.000 seguidores de cada club al recinto, algo que no ofrece otro estadio, a excepción del Nou Camp (pero esta opción, por ser el Barça uno de los finalistas, está prácticamente descartada). Pero hay otros condicionantes que llevan a unos y a otros a pedir como sede el Bernabéu, lo de ganar un título en casa merengue, sobre todo por parte del Barcelona, poder soltar proclama independentista o pitar el himno de España, algo que ya sucedió en Valencia en 2009.

Es verdad que cuando se dan cita miles y miles de personas en un espectáculo deportivo de estas características, es imposible controlar lo que hagan cien, mil o diez mil aficionados, que arremeter contra la Corona o silbar el himno ya casi se da por descontado, pero también lo harán en cualquier otro estadio, ya sea Mestalla, Vicente Calderón o el Sánchez Pizjuán. En este caso, lo mejor es hacer (siempre que se pueda) oídos sordos.

Los motivos alegados por el Real Madrid, lo de los baños y lo de las butacas, son una auténtica coñada, un pretexto que no se sostiene y que además, a los hechos me remito, la masa social ya se ha dejado sobornar por el discurso florentinista y ,como si fuese todo el estadio el sentir de los Ultra Sur, durante el choque contra el Levante se gritó que la final de Copa no se juega allí.

¿Y cómo evitar que se repitan estos acontecimientos? Pues muy fácil, igual que la sede de la final de la Champions se decide hasta con dos y tres años de antelación, lo mismo tiene que pasar con la final de Copa, que en julio se diga cuál será el estadio agraciado para tal fin, así se acaban las excusas bobas, que además a lo único que contribuyen es a dar una imagen deplorable de nuestro fútbol.

1 comentario

Lewis Rogers -

Semejante tontería. Qué más da dónde se juegue el partido, lo importante es que se dispute y ya está. Por cuestiones geográficas Zaragoza o Sevilla serán lugares donde realizar el encuentro, pero sin descartar a Valencia, que ha sido sede en varias ocasiones sin desmerecer en absoluto, aunque en este último caso al Barcelona le viene como más cerca, tanto que hasta podrían ir en guagua (autobús) tanto el conjunto como sus má acérrimos seguidores. La Federación es la única culpable de todo este tinglado, más mediático que de aficionados, porque antes de iniciarse la competición ya debería tener elegido el lugar en el que se dispute la final. Y si el club propietario del recinto llega a ese último partido, pues mejor para él. Así se evitarían todos estos procesos nada edificantes para un fútbol donde cada vez se habla más de lo que sucede fuera del campo que dentro.