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Desde mi escaño

¡Vaya gol le cuelan a Hacienda!

¡Vaya gol le cuelan a Hacienda!

Los equipos de fútbol de España adeudan a Hacienda la bonita cantidad de 752 millones de euros, una cifra escandalosa, pero que no supone ni entraña, al menos de momento, medidas coercitivas para que abonen al erario público el dinero que deben. Desde luego, si alguien tenía en mente que el negocio del balompié, al menos el de élite, está tocado por la varita de los privilegios, leyendo informaciones de este calibre tienen todos los motivos no sólo para pensarlo, sino también para indignarse y además con toda la razón de el mundo.

En lo tiempos que corren, todos conocemos los casos de familias que no sólo no llegan a fin de mes, sino que incluso se las ven y se las desean para comenzar a vivir desde el día 1. Sin trabajo, sin subsidios y ahogados encima por las deudas, saben perfectamente que si no pagan al banco o a las administraciones pertinentes, les acaban embargando hasta la mismísima muda. Vamos, si me apuran, les acaban arrancando la piel a tiras hasta dejarlos con el corazón en carne viva y aún así seguro que hay algún malvado al estilo Indiana Jones y el templo maldito que les sustrae también ese corazón.

Sinceramente, no es de recibo que se le permita a los clubes ese endeudamiento porque, además, desde otras naciones, se nos ve como un país de pandereta, a lo Curro Jiménez, donde la picaresca, la pillería y la triquiñuela está a la última. No sería de extrañar que en sitios serios como Alemania, donde los equipos están sometidos a un control exhaustivo, se acabe pidiendo a los organismos competentes que haya una especial vigilancia sobre las entidades balompédicas españolas. No puede ser que unos cumplan las normas y otros se las salten sin que tenga mayor consecuencia o castigo pertinente.

Al fin y al cabo, esto es como lo de los buenos y los malos estudiantes. Es verdad que a veces, sobre todo en niveles no universitarios, había una cierta solidaridad con los que quedaban rezagados y no les importaba tanto si hacían chuletas en los exámenes. Sin embargo, ya en la Universidad o incluso en exámenes selectivos, léase oposiciones, no sólo fastidia lo del listillo que trata de sacar plaza por métodos ilegales, sino que se acaba por denunciar el hecho. Pues con los equipos deudores es igual, si en España no se toma el tema en serio, lo harán otros y ya sabemos como se las gasta Europa. Te echan la mano al cuello.

1 comentario

Lewis Rogers -

Empezando por el final le diría que Europa aquí pinta poco, porque que yo sepa el fútbol no entra dentro de los acuerdos de la UE, ni tampoco de la Comisión Europea. Es un negocio que funciona al margen de los acuerdos comunitarios y si los clubs españoles deben al fisco tropecientos millones es problema, exclusivo, de las entidades de Primera (Segunda y Segunda B también deben lo suyo) y la Hacienda española. A ver quién es el macho que le mete mano al Real Madrid por no pagar sus impuestos, o al Barcelona, Atlético de Madrid o de Bilbao. Vamos, a cualquiera, salvo los pequeños que este año están en la Primera y mañana puede estar en Tercera. A estos últimos si los pueden meter en cintura, pero a los otros... lo que te rondaré morena. Ya se vio hace unos años en Italia, con la mayoría de los clubs en quiebra o también en Inglaterra, donde muchos equipos han pasado grandes apuros. Dependiendo de la seriedad de cada país, así va la historia, pero lo único evidente es que en España (en los demás supongo que también) es mucho más lo que se gasta que lo que se ingresa. Así, déficit tras déficit alguien se queda sin cobrar y casi siempre son las entidades públicas y algún que otro banco o caja de ahorro, metidos a mecenas de multimillonarios. No sé en otros países, pero aquí los impuestos de los jugadores los paga el equipo y así, esto es imposible. Que Cristiano, Messi y compañía se hagan millonarios cada temporada (10 millones de ficha o más) y que luego sea el club el que tenga que abonar sus impuestos es poco menos que canallezco. Pero, claro, es la ley del mercado, porque si no fuera así no jugarían en España. Ya hace años el Consejo Superior de Deportes se vio obligado a ayudar a los clubs con la condición de convertirse en sociedades anónimas deportivas. Se ve que el invento no sirvió de mucho, porque décadas después deben más que entonces. Se impone una racionalización del gasto, pero resulta evidente que habría que prescindir de estrellas multimillonarias, que hoy están aquí y mañana donde paguen más. El fútbol espectáculo o la mejor Liga del mundo es un negocio más que ruinoso. Pero no cierra... porque hay rivalidades que perdudarán siempre y de la que se beneficiarán sólo unos privilegiados. Lamentable, pero cierto.