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Desde mi escaño

Islas Desafortunadamente caras

Islas Desafortunadamente caras

Lo de que el turismo peninsular viaje a Canarias, especialmente en fechas clave como la Semana Santa, se está poniendo no caro, sino carísimo, casi imposible para el bolsillo de aquellos que viven de una modesta nómina y encima tienen cargas familiares. En un excelente artículo elaborado por los compañeros de La Opinión de Tenerife, han llegado a la nada feliz conclusión, desde el lado del hotelero de las Islas, de que para un ciudadano de Madrid o de Barcelona es mucho más sencillo y más rentable al bolsillo viajar a Nueva York o a Caracas antes que escoger cualquiera de los destinos más típicos de las Islas, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria o Tenerife. Puede parecer irreal, pero el caso es que las compañías aéreas han puesto los billetes de Península a Canarias a precio de oro, máxime con la desaparición de Spanair, que tradicionalmente tenía atractivas ofertas.

Jorge Marichal, presidente de la  Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, revela que " a los peninsulares un billete les cuesta unos 350 euros, y eso sacándolo con meses de antelación y con tarifa reducida. Las compañías han tomado esto como una ruta jugosa porque es la única alternativa, no solo para el turismo, sino también para quienes tienen que ir desde aquí a Madrid, por ejemplo para una cuestión médica o de negocios".

Y claro, fuera de esos 350 euros de media, el contador sube exponencialmente. Un viaje de Madrid a Tenerife del 30 de marzo al 6 de abril (ida y vuelta), coincidiendo con las fiestas de Semana Santa, y yendo con Iberia, implica desembolsar hasta 1.124,20 euros en clase turista. Con Air Europa el precio es algo más moderado, pero dista de ser un chollo, 716, 96 euros. Es verdad que la cosa cambia con las compañías de bajo coste. Para esas mismas fechas, Vueling ofrece vuelos a Barcelona por 374,98 euros ida y vuelta, pero no enlaza con la capital de España. En cuanto a Ryanair, que sí vuela a Madrid, ofrece tarifas para pasar la Semana Santa desde 262,38 euros. No obstante, ese precio aumenta considerablemente al añadir diferentes costes como, por ejemplo, los del equipaje. En cambio, salir de la capital de España hacia Nueva York en la misma fecha es bastante barato: 770,22 euros de media. Ir a Buenos Aires (Argentina) sale 809,02 euros y a Caracas (Venezuela), 820,14. Volar del 23 al 31 de marzo a Nueva York sale 530,67 euros.

Evidentemente, este factor del precio disuade a los peninsulares de tomar el avión rumbo al Archipiélago canario o, pásmense ustedes, a veces ha salido más rentable irse a Londres, Dublin, Estocolmo, Copenhague o Frankfurt y desde ahí tomar un chárter. Y es que, si bien las compañías aéreas son responsables de estos desmanes tarifarios, el Gobierno canario tiene mucho que decir, ya que en demasiadas ocasiones se subvenciona casi hasta el ’regalo’ a los turistas que vienen del norte de Europa y en cambio a los propios se les sangra hasta la extenuación. Normal que al final elijan ir a ver la Estatua de la Libertad antes que el Teide, Timanfaya o el Roque Nublo.

1 comentario

Máximo Medina -

Yo partiría del asunto en el sentido de que el Gobierno de Canarias no tiene que subvencionar a nadie, ya sea nacional o extranjero y además que la industria turística, muy dada al lloro en las vacas flacas y callada en las épocas florecientes,se ponga las pilas y demuestre que su 'producto' es de los mejores en el mercado europeo. La tranquilidad y el buen tiempo deben ser las etiquetas 'vendibles' en este convulso mercado europeo, pero son demasiados los que caminan por la senda de abaratar costes para conseguir más clientes. Sin embargo, el caso de las compañías aéreas es lógico, porque ellas más que nadie saben que al turista peninsular y europeo le encantan nuestras Islas y de ahí que suban tarifas como si fueran bancos. Es evidente que cuanta menos oferta haya en el aire, más caro será viajar a Canarias, pero es que lo mismo sucede con otros destinos turísticos por excelencia. Si Iberia siguiera siendo estatal y no una empresa privada, otro gallo nos cantaría. Pero hace ya tantos años, que muchos ni se acuerdan.