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Desde mi escaño

Mingote: Nos deja un genio

Mingote: Nos deja un genio

Se nos ha ido un genio del periodismo con gracejo. La muerte de Antonio Mingote a sus 93 años ha supuesto una pérdida irreparable en el mundo del humor elegante, con fina ironía, sin que nadie (o casi nadie) pudiese ofenderse por las creaciones diarias con las que nos obsequiaba desde hace seis décadas en las páginas del ABC. Su ingenio y su manera de expresar la actualidad más rabiosa a través de sus viñetas hacían de él uno de los más exquisitos referentes del humor gráfico de la prensa española.

Mingote supo mantenerse fiel a un estilo coherente, nada ramplón. Es verdad, todo hay que decirlo, que los viñetistas de los distintos periódicos suelen manejarse a la perfección en las aguas del humor inteligente, de una acerada crítica, pero siempre con elegancia, con simpatía, sin que nadie tuviese lugar a un enfado exacerbado porque si algo caracterizó a este genio del trazo rápido y definido fue su educación, sus refinados modales y su capacidad para condensar en un solo dibujo lo relevante de la noticia del día.

Incluso, formó parte de la famosa tertulia radiofónica de Luis del Olmo, ’El debate sobre el Estado de la Nación’, formato que luego dio el salto a la televisión, concretamente a Telecinco, con ’Este país necesita un repaso’, con los míticos Coll, Tip, Chummy Chúmez, Miguel Durán o Alfonso Ussía.

El único disgusto serio que tuvo Mingote en su larga y acreditada vida como profesional fue la demanda que le interpuso en 1994 la señora Rosa Díez por una viñeta que no fue de su agrado, pero donde el periodista estaba más que cargado de razón. La historia fue la siguiente: En 1994, el dibujante del diario ABC Mingote publicó una viñeta en la que aparecía el eslogan ’Ven y cuéntalo’, referido a la promoción turística del País Vasco, junto con la fotografía del cuerpo ensangrentado de una mujer mutilada por la explosión de una bomba en la playa de La Arena. Rosa Díez, que era consejera autonómica de turismo, promovió la presentación de una demanda civil contra el dibujante, alegando que la viñeta era "una agresión clarísima al País Vasco, a su imagen e incluso a sus gentes, y así lo han entendido asociaciones pacifistas, de hostelería, y de otros tipos", que pidieron presentarse junto al Gobierno Vasco en la demanda.

Salvo este capítulo (y es que nadie en esta bendita profesión de contar, cantar y dibujar cosas está libre de las demandas), Mingote siempre ha conservado ese estilo que le ha granjeado simpatías de todos lados, alguien que, por encima incluso de su enfermedad, era incapaz de faltar a su cita diaria con los lectores. Y es que, aunque en el periódico ABC eran conscientes de su delicado estado de salud, este dibujante se autoimpuso la obligación de hacer la viñeta diaria. Descanse en paz, maestro.

2 comentarios

gallego -

Rosa Díez se querelló contra el gran Don Antonio Mingote......

gallego -

D.E.P.