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Desde mi escaño

'Bonidoso'

'Bonidoso'

Que José Bono es un personaje frívolo ya no supone ninguna novedad. El político castellano manchego ha hecho acopio de su mejor repertorio para demostrar a la sociedad que todo se la trae al fresco, que a él no le importa una higa que España esté al borde de una intervención, que haya casi de seis millones de parados, que los comedores sociales de Cáritas no den abasto, que las peleas en los contenedores que están frente a los grandes supermercados suelen ser de órdago. Él, el señor Bono, sólo quiere presumir de su patrimonio porque siempre le ha perdido esa vanidad de la que nunca ha tenido rubor de reconocer que lleva a gala.

Lo cierto es que, sin entrar a arremeter demasiado contra los compañeros de Vanity Fair, entre otras razones por esa máxima de que perro no come carne de perro, la entrevista que le hacen en esa revista de moda y estilo supone todo un monumento y homenaje-masaje a lo que nunca debiera ser la estampa de un político o ex político, alguien que, de manera indirecta, está lanzando un claro mensaje a la sociedad, que me lo he llevado calentito (siempre legalmente) de mi profesión y ahora encima me van a pagar (o me han pagado) por ello.

Bono presume de que cuando le preguntan por los 700.000 euros que ha percibido por el ladrillado de sus memorias tiene a bien corregir a su entrevistadora y le matiza: ¡Oiga, que no son 700.000, sino 800.000 euros! Hombre, ya puestos, podía haber dicho que le habían aflojado un millón y así todos tan contentos. Encima, como el señor parece que se había quedado con algo de ego sobrante, enseña ufano su iPhone donde tiene una foto del carísimo retrato que le han hecho como ex presidente del Congreso. ¿Creen que se puso rojo? Nada de eso, él estaba tan orgulloso, aunque seguro que lamentando que no le hiciesen un busto con mármol de Carrara, porque Bono lo vale.

2 comentarios

Máximo Medina -

La clase política y más todavía desde la ostentación de que hace gala el señor Bono debería pasar también por su reforma o es que Rajoy aquí ¿no piensa hacer nada? No obstante, lo del Iphone no me parece nada del otro jueves porque cualquier banquero o comerciante lo puede tener casi sin darse cuenta. El mantenimiento es otra cosa, y espero que tanto a Bono como a todos los demás exdiputados y exsenadores no se los paguemos los españoles con nuestros impuestos. La única duda que me queda es saber cuánto pagará a Hacienda el señor Bono por sus memorias. Quizás por ello haga bien en precisar cuánto cobró, no sea que lo pillen en un fallo.

Rastafari -

Sr. Velarde, discrepo con usted. Bono tiene tanta culpa como todos los demás diputados que aceptan los regalos de bienvenida del Parlamento (entre ellos, un iPhone), la suculenta pensión vitalicia (que yo sepa, solo unos pocos de Izquierda Unida han renunciado a ella) o que pinten un cuadro al Presidente del Congreso. El problema es de todos los diputados, no solo de Bono, y de un sistema que permite y perpetúa una situación de privilegio absoluto en una situación insostenible. Bono es tan frívolo como el resto de diputados, o el Rey, que se va de caza.
Respecto a lo que le paguen por sus memorias, como se trata de una editorial privada, como si le quiere pagar 100 millones de euros. Es una inversión que ellos sabrán rentabilizar. No sea ingenia, que Mariano Rajoy y el Papa publicaron ya en esa misma editorial. Tal vez lo que sucede es que las cifras que cobraron estos dos no le interesan...