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Desde mi escaño

30 euros

30 euros

Pegar en España a un policía la primera vez, 30 euros de multa; si eres reincidente, 50 euros…sólo faltaría añadir el manido ‘y para todo lo demás, Mastercard’. Sin embargo, esto no es para tomárselo a chacota, ni mucho menos. La situación ha llegado a unos extremos de gravedad que los sindicatos policiales están pidiendo que se aplique la ley como debe ser, es decir, que se impongan las penas de cárcel, amén de la cuantiosa multa económica, que están aparejadas por agredir a un funcionario policial.

En estos últimos tiempos estamos viendo como la labor de los policías es una misión de auténtico riesgo. Los agentes rezan para que en cualquier desalojo o cuando tienen que requisar la mercancía de un top-manta no tengan luego que defenderse de una docena de energúmenos que les atacan con lo que sea. Nuestro Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad se ven completamente indefensos ante un sistema que funciona a base de protocolos y que tiene como máximo mandamiento que el policía tendrá que intentar defenderse de las agresiones sin emplear, en la medida de lo posible, la fuerza. Para eso, digo yo, mejor que el Ministerio del Interior se ahorre unos cuantos millones en pistolas, porras y municiones y que en todo caso les instruya en las milenarias artes marciales.

Por supuesto, no se trata de que la Policía actúe como en la época franquista, cuando en más de una, dos y centenares de ocasiones se le iba la mano, la porra y otras cosas en función de prevenir posibles altercados (a veces reales y muchas otras veces figurados, prefabricados por el régimen para justificar abusivas e indiscriminadas detenciones). Sin embargo, ahora, hemos pervertido de tal manera el sistema que los policías se ven atados de pies y manos a la hora de poder ejecutar su trabajo. Tienen que dejarse escupir, insultar, vituperar y hasta ser agredidos por vándalos a los que, en el peor de los casos, les están imponiendo multas completamente irrisorias.

Desde luego, tiene trabajo de sobra el departamento del señor Jorge Fernández Díaz para equilibrar la desnivelada balanza que hay en la actualidad. Ni se trata de que la policía pegue porrazos a diestro y siniestro, ni tampoco de que los fuera de la ley puedan golpear impunemente a los funcionarios de mantener el orden público. Es simplemente aplicar el sentido común. Igual que no se puede encerrar a una persona por robar una barra de pan, tampoco tiene sentido que golpear la cara de un agente suponga 30 euros de multa. Lógica, señor ministro, un poco de lógica.

2 comentarios

Máximo Medina -

Es realmente incomprensible, porque la pregunta que se me ocurre es una y muy coherente: ¿Es el policía una autoridad? Si es así, como es posible que pueda ser agredido. Y en caso de serlo, ¿ésa es la pena que se impone al agresor? De auténtico disparate, pero no creo que la culpa sea de Interior, sino de Justicia. y oiga, amigo Velarde, ¿cómo que no se puede encerrar a alguien por robar una barra de pan? Célebre fue la sentencia que condenó a un individuo por robar una gallina con pena de cárcel. Es un robo, incluso a veces con alevosía y hasta nocturnidad. El Código Penal, digo yo, debe servir para algo. Porque si no...

Maria Hernandez -

Es que estamos dando la vuelta a la tortilla...
Policías que se tienen que defender a si mismos, políticos que en lugar de servidores públicos parece ser que son  ladrones públicos,...   
A quienes tienen estudios les falta educación y a quienes tienen educación les faltan c...para salirse de la disciplina que imponen los partidos políticos de echar la culpa a los demás cuando llegan al poder  y demás pensamientos casi sectarios...
Esta claro que a quien levanta la cabeza y destaca un poco se la cortan.
Tienen su mantra y de ahí no salen.

En Logroño son los propios políticos  los que ponen en ridículo a la policía municipal al decir que deben pedir permiso a sus superiores para hacer cumplir la ley.
Pretenden que cuando vayan a poner una multa por dejar un coche en doble fila, depende de que calle sea o de quien sea el coche, hagan la vista gorda...como aquí nos conocemos todos....

Es cierto también que esta juventud esta muy mal educada, en general...

Pero pedir lógica a este ministro es como pretender que en pleno agosto haga frío...es como clamar en el desierto.

@MMariaHs