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Desde mi escaño

El chantaje de Mas

El chantaje de Mas

¿Se presentó Artur Mas a las elecciones de 2010 con un programa que abogaba por la independencia? No. Entonces, ¿a qué viene ahora esta deriva secesionista del presidente catalán? ¿Tal vez pretende ocultar su caótica gestión apelando a los sentimientos más pasionales, los de llamar a una rebelión contra la siempre malvada Madrid, excusa y remedio ideal de todos estos dirigentes mediocres que no saben trabajar por su gente, sino perpetuarse eternamente en la poltrona hasta que les llega la jubilación, como es el caso de Jordi Pujol?

Por supuesto, tampoco vamos a ser bisoños a estas alturas. CiU, al igual que otros partidos catalanistas, como el PSC o ERC han tenido siempre en mente la independencia de Cataluña, ya sea por las bravas o por la táctica de la lluvia fina, que vaya calando poco a poco hasta al final acabar impregnado de deseos de salirse de España al precio que sea. El problema, como todo en la vida, es los que mandan en la Generalitat no tienen un puesto vitalicio, sino que han sido colocados ahí por una ciudadanía que sólo les da un plazo de 4 años y que para ganarse la confianza y otros cuatro años más en el poder deberán demostrar que no han engañado a su electorado.

Mas, insisto, es de esa clase de políticos de medio pelo que, ante la falta de éxitos que vender a los ciudadanos (decenas de televisiones públicas, cierre de quirófanos, recortes en educación y ayudas sociales, apertura de embajadas a tutiplén, etcétera), se dedican al innoble arte de vender humo, que en este caso se llama secesionista, un barato truco de magia que consiste en revestirlo todo con una bandera estelada y, ¡tachán! cuando se levanta no hay absolutamente nada, el vacío más absoluto. Y es que, reflexiono, ¿hacia dónde quiere ir Cataluña si ahora mismo no tiene un solo euro y por eso vino Mas en plan pedigüeño a querer sacar más manteca del Estado? Blanco y en vasija...

2 comentarios

Máximo Medina -

Lo que dejó el tripartito en Cataluña es difícil de levantar, pero Mas se presentó en la Generalidad como el espadachín que iba a resolver todos los problemas de los catalanes. Tal como está el patio, no lo ha conseguido y encima, con su deplorable gestión, lo ha empeorado, hasta tal punto que se ha visto en la obligación de pedir el rescate, cifrado en más de 5.000 millones. No se ha opuesto, ni mucho menos, Rajoy a ayudar a esta autonomía, pero lo que muchos saben es que no será a cualquier precio. A esto es a lo que se opone Mas, que no quiere condiciones y si las hubiera amenaza con la independencia, algo absurdo porque degeneraría en algo peor para la Cataluña que dice defender. Enfrentando a Cataluña con el resto de España no va a conseguir nada y menos ahora que está todo el mundo más pelado que tras pasar por Casa Pepe. Hay catalanes secesionistas, pero la gran mayoría no lo es. Lo demás es pura política y montar un escenario en el que sólo uno, a lo sumo dos, se benefician.

Maria Hernandez -

Ya, es que no suele coincidir lo que llevan los políticos en el programa electoral con lo que, una vez están en el poder, hacen. 
Mas bien parecen marionetas que escriben o, mejor dicho les escriben, sus discursos, sus programas y se ponen a leerlos como autómatas sin saber ni pensar en lo que están diciendo.

Lo de este señor empieza a parecer una tomadura de pelo.
Se ha metido solito en un callejón sin salida. No sabe si elegir entre elecciones anticipadas, referéndum, pedir una independencia que sabe que hoy por hoy es imposible. Lo que si sabe es pedir Mas dinero al registrador.
Quizá lo eche a suertes o le pregunte a una pitonisa...

@MMariaHs