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Desde mi escaño

La serpiente del PP

La serpiente del PP

Hay hechos y estampas en la vida que son una ironía, pero a la par una cruda verdad de lo que hacemos en la realidad aun a costa de traicionar los propios principios. La aparición de una serpiente en uno de los balcones de la casa valenciana de Esteban González Pons supone, más allá de la anécdota, del susto que habrá pasado su familia y de que fuese trending topic en Twitter, la imagen actual del Partido Popular en materia antiterrorista, un partido que se asusta ante el simple pensamiento del que dirán si Bolinaga se muere en la cárcel estando tan malito de cáncer.

Y es que hay que recordar que uno de los símbolos de ETA es la serpiente y esa misma es la que entró en la propiedad de González Pons, que luego, una vez pasado el susto inicial, se hizo una foto con ella y la colgó en Twitter. Esa foto, salvando las distancias y los contextos me recuerda bastante a la que se hicieron unos concejales del PP con miembros de Bildu en el Ayuntamiento de San Sebastián brindando con champán o con cava. Luego la excusa era que pensaban que se trataba de una instantánea de uso privado, que no se iba a utilizar públicamente. Pero ya ven que algunos, los del PP, pecan de pardillos, y esa imagen fue difundida convenientemente.

El caso es que la serpiente poco a poco ha ido reptando y ya amenaza los fueros ‘genoveses’ con un riesgo más que evidente de que el 21 de octubre el daño, la mordedura de la serpiente sea mortal en las urnas y ya hay sondeos que hablan de que los populares pueden bajar hasta cuatro o cinco escaños para quedarse en 8-9, una debacle completa, pero que se la han ganado a pulso por estar tonteando o vacilando con el entorno etarra y choteándose a mandíbula batiente de las víctimas del terrorismo, que son las mismas que en estos últimos años han contribuido decisivamente a que el PP no quedase fagocitado por otras fuerzas políticas en Euskadi.

Por eso, la estampa de González Pons sosteniendo una serpiente tal vez se repita más adelante con Oyarzábal y Otegi yendo juntos del brazo en el Parlamento vasco. Después de lo de Bolinaga, no espero tampoco mayor sutileza por parte de un PP que ya por perder, ha perdido hasta la Esperanza.

2 comentarios

Máximo Medina -

Muy bien hilado el comentario, amigo Velarde, y coincido en las tesis que aborda, sobre todo en lo relativo a ETA. Discrepo sólo en la pérdida de la Esperanza. No se ha extraviado y que tengan cuidado con ella si decide volver, que creo que retornará.

Maria Hernandez -

Esa es la valentía, si señor!
Primero moviliza a los pobres Goes que, seguramente, estarían cenando y tuvieron que dejar su rica cena a medias para ir a casa de este señor y una vez que sabe que no es venenosa, la coge y se hace una fotografia con el pobre animal, que se había despistado un poco.
Igual lo que quiere es que Casa Real le curse una invitación para el próximo Safari en Kenia.

Si no fuera porque el etarra ese recién excarcelado, de cuyo nombre no quiero acordarme, todavía sigue vivo y eso que, como dices, estaba tan malito, pensaría que ese reptil es su reencarnación. Lo digo por lo flaco...

Es un tema serio este de los etarras y creo que tienes razón, que será, o debería ser, una debacle para el Partido Popular. Porque no lo han podido hacer peor en menos tiempo.

Pero, aunque sea un tema serio, tanto lo de los etarras como el poco rigor de nuestros politicos, se me ocurre un juego de palabras: Las serpientes  reptan, los etarras raptan y los políticos, bueno los políticos simplemente ríen las "gracias"

@MMariaHs