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Desde mi escaño

El conductor

El conductor

Dice ser un conductor que le han puesto o le han reasignado a una centralita del Samur. Esta es la excusa que dio a los compañeros de EsRadio, concretamente al programa de Federico Jiménez Losantos, el sujeto que la madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2012 atendió una de las llamadas de socorro desde el Madrid Arena de una chica que suplicaba a grito pelado que llegase la asistencia médica para una amiga que en ese momento estaba más cerca de la muerte que de la vida.

Ese individuo atendió la llamada con la misma flema británica que quien pide un cargamento de lápices o de gomas de borrar ("Lo siento, pero me tendrás que llevar la mercancía a un kilómetro porque yo allí no puedo entrar"). El problema es que no estábamos hablando de mercancía, sino de vida humanas que este chapucero telefonista trató como sustancias al peso. Un insensible de marca mayor ante el dramón que se estaba viviendo en la mortal fiesta de Halloween.

Independientemente de que este tipo de celebraciones conlleva y arrastra a personas de todo pelaje, pero normalmente no estamos hablando de gente que se conforme con pasar una velada relajada, lo cierto es que aquí ha fallado todo, desde la organización del evento a la seguridad e incluso la disponibilidad médica. Los hechos son los que son y hoy tenemos al empresario de la fiesta en libertad tras pagar 200.000 euros, a unos servicios médicos que sólo saben culparse los unos a los otros y una minúscula dotación policial que encima, según confirman muchos testigos, veía impasible como se organizaba un botellón paralelo.

Aquí, sin duda, los mejores son los familiares de las cinco víctimas que, pese a toda la porquería que está saliendo (y según se va investigando, más mierda sale), han tomado la sabia decisión de poner todo en manos de los abogados, ahorrarse ruedas de prensa que sólo contribuirían a alentar más el morbo y, lo más importante, apartarse del primer foco de la actualidad. Esto del Madrid Arena no puede quedar enterrado. Todo tiene que salir a flote y que caiga quien tenga que caer, pero los ciudadanos nos merecemos una explicación en toda regla y no evasivas como ha venido pasando hasta la fecha.

1 comentario

Máximo Medina -

Ejemplo claro de la España cañí que muchos hemos padecido con el ejemplo de marras. Gente sin cualificar chupando del erario público y sin tener remota idea de cual es su cometido. Un chófer de centralita y muchas telefonistas de profesión en el paro o la indigencia. Es como si hubiésemos puesto a Fina a hacer sucesos o a Mayte a redactar ecos de sociedad. Y todo esto con vidas de por medio que esperan una ayuda vital en cuestión de segundos, máximo minutos. Así no va... y nos irá.