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Desde mi escaño

Esfuerzo en femenino

Esfuerzo en femenino

El dinero no lo es todo para poder triunfar en el deporte. No por manejar el presupuesto más alto significa que puedas llevarte el gato al agua en materia de títulos. Hace escasos días, por ejemplo, hemos visto como el millonarísimo Real Madrid sucumbía ante uno de los clubes más modestos y con menor potencial del campeonato, el Granada. Y eso que estamos hablando de deporte masculino, donde al final siempre parece que hay billetes de sobra para poder tener a los jugadores tratados a cuerpo de rey, con desplazamientos en clase Business y en hoteles donde encuentran todas las comodidades del mundo.

Sin embargo, si uno va al deporte femenino, vemos que los privilegios de las futbolistas, baloncestistas, etcétera descienden de una manera brutal. Salvo que pertenezcas a una entidad que esté vinculada un club masculino, ya sea Real Madrid, Barcelona o Athletic de Bilbao, el resto se las ven y se las desean año tras año para conformar y confeccionar un presupuesto para poder viajar y alojarse al menor precio posible. Con esos parámetros, evidentemente, a veces es difícil pedirle encima rendimiento sobre la cancha, casi con permanecer en la categoría bastaría.

Pero, insisto, a veces no es siempre el dinero el que da la felicidad o, en este caso, la garantía de obtener los mejores resultados. Hay equipos que con una economía de guerra, desplazándose cientos de kilómetros en autobús porque el tren o el avión no están al alcance de sus economías, están demostrando que la ilusión por competir está muy por encima de factor económico.

En cualquier rincón de España podemos hallar ejemplos notables y sobresalientes de este espíritu de superación frente a la dictadura del vil metal. En Asturias, por ejemplo, hay tres equipos que están dando más que el callo en sus respectivos deportes, a pesar de no tener unos presupuestos precisamente sobrantes. Todo lo contrario, cada céntimo que se gasta está previamente analizado con detenimiento para no provocar un desequilibrio que sería mortal de necesidad.

Se trata de las jugadoras del Mavi NT La Calzada de balonmano, el Grupo de Cultura Covadonga de voleibol y el Oviedo Moderno, que dominan sobradamente sus ligas y superando a entidades con mucho más empaque monetario. Observar este tipo de ejemplos reconcilia al amante del deporte con ese principio del sacrificio y de que al final en la cancha son 11 contra 11, seis contra seis o cinco contra cinco. Durante 90, 60 minutos o cinco sets no hay dinero que valga, sino sólo el esfuerzo.

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