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Desde mi escaño

Como atlético, dimito de los derbis

Como atlético, dimito de los derbis

Dimito de volver a ver un derbi. Es el último, lo prometo. No es de recibo que cada año, independientemente de la clasificación, de las plantillas y demás vainas, el Atlético de Madrid se empeñe en regalar los tres puntos a su eterno rival. Como decía un columnista del diario Marca, esto se ha convertido ya en algo tan rutinario como ir a la oficina cada día o ir a casa de un pariente y gorronear a tu antojo. El Vicente Calderón se ha convertido en el buffet libre para los merengues y cuando son los indios los que viajan hasta Concha Espina, al templo del Santiago Bernabéu, parecen los verdaderos Reyes Magos, siempre dispuestos a entregar la victoria a las primeras de cambio.

El 17 de mayo de 2013, los atléticos deberían buscarse alternativas más apasionantes como dar una vuelta por la Casa de Campo, comprar en una gran superficie, irse a la sierra, ponerse a arreglar el coche, limpiar la casa, dedicarse a escribir un artículo, ultimar la preparación para la carrera Liberty del 19 de mayo, hacerse un tatuaje en el cuello, pedirle al jefe hacer horas extras de diez de la noche hasta las doce, ponerse un maratón de El Señor de los Anillos, coger un buen libro, dedicarse a matar marcianitos…en fin, múltiples actividades antes que ver lo que ya es un hecho, que el Real Madrid va a ganar la final de la Copa del Rey al Atlético (y me juego la enésima comida en La Vaca Argentina, Casa Juan, Casa Lucio o en el Asador Donostiarra).

Si los rojiblancos fueron incapaces de vencer al equipo suplente del Madrid, ¿cómo podemos esperar otro resultado cuando sobre el campo estén los Ramos, Alonso, Ozil, Cristiano, Varane, etcétera? Es de todo punto imposible.

A veces tengo la sospecha de que cada víspera de derbi aterriza en medio del Calderón una nave alienígena que anula la voluntad de directiva, cuadro técnico y jugadores y los reprograma para que desde el pitido inicial hasta el minuto 93 el cuadro colchonero se convierta en algo inerte, amorfo, sin reacción.

Hace dos décadas, al menos, aunque seguíamos perdiendo habitualmente con el vecino, al menos había una lucha, unas ganas, un empeño y, con un poco de suerte, le arrancabas pequeñas conquistas a los merengues. Hoy, sin embargo, parece que nos conformamos con no salir goleados. Pero claro, esto no va a cambiar mientras tomemos como un éxito que al Madrid le hagan cuatro goles los del Borussia de Dortmund o que el Barça gane la Liga. ¿Nos tomaremos alguna vez en serio eso de ganarle a los merengues. Lo dudo.

2 comentarios

Lewis Rogers -

Velarde, pero qué dice (o escribe). Colchonero hasta las últimas consecuencias pase lo que pase y por siempre, es un contrato sin letras firmado desde tiempos inmemoriales. Al Cholo le puede el rival de ciudad y no es el único, porque Rayo y Getafe tampoco se nos dan muy bien, pero eso es típico de nuestro Atleti. Por lo menos este año hemos competido. Quizás en la segunda fila, pero algo es algo y ya estamos calificados para la Champions, el torneo de los ricos. Al Atlético de Madrid ahí que tomarlo como un lote completo y si hizo el ridi ante el Madrid, pues pelillos a la mar. Una mala tarde o noche la tiene cualquiera.

María -

La verdad es que si! Semejante reprimenda, o más, les debería de caer hoy a los camisetas andantes. A ver si espabilan de cara a la Copa del Rey.

Es que jugar contra un Madrid de suplentes y encima regalarles un gol y desaprovechar la oportunidad de darles un buen revolcon,teniendo en la punta de los dedos el segundo puesto de la liga ...es como para dejarlos sin sueldo por un mes.

Como culé, y sobre todo por la tirria a los blancos esperaba otra cosa.
Son unos perdonavidas. No sé, les habrá dado penita la pana que les metieron en la Champion la semana pasada...

No sé si es el Cholo o el Chollo simeone!