Blogia
Desde mi escaño

Hasta los postes fueron del Atleti

Hasta los postes fueron del Atleti

El Atlético de Madrid va a ser toda su historia ese equipo impredecible, imprevisible, capaz de dar la campanada cuando nadie lo espera. Tras 14 años sin ganarle un derbi al Real Madrid (amén de dos años penando por el Infierno de Segunda División) y con el precedente fresco en la memoria de toda la parroquia colchonera del bochorno de hace tres semanas en el partido de Liga en el Calderón donde no se le empató siquiera a un Madrid C, pocos éramos los que podíamos agarrarnos al clavo ardiendo de la casualidad o de la estadística. ¿Ganarle a los blancos y en su estadio? Mucho más sencillo que Valeria Mazza tuviera un affaire con ‘El Dioni’.

Sin embargo, algo debía flotar en el ambiente porque amigos y compañeros madridistas me decían en los días previos a la final que no tenían tan claro eso del triunfo de los suyos. Y no sólo se remitían a la historia particular de los duelos coperos ante el Atlético en el Bernabéu (que era de 3-0 para los rojiblancos, ya 4-0 tras la victoria de ayer), sino que en general no les gusta eso de perder en su propio feudo, con una fiesta montada de antemano para que acabe gozándola el convidado de piedra. Es como si cuando tienes todo a punto para pedirle la mano a tu pareja, llega un ajeno al acto y se acaba llevando a tu chica o a tu chico delante de tus narices. Pues bien, eso es lo que ayer le aconteció al Real Madrid.

Y a decir verdad, los merengues desplegaron un partido donde hicieron méritos más que suficientes para haber finiquitado el encuentro por la vía rápida. De hecho, el gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 13 parecía ponerle los primeros clavos al ataúd del Atlético de Madrid. Sin embargo, lejos de diluirse los colchoneros como un azucarillo en un vaso de agua, se sobrepusieron, empataron con gol de Diego, ‘broncas’, Costa y desde ahí empezó a aliarse la diosa fortuna con el Atlético hasta el final de la prórroga, que llegó hasta el minuto 125. Tres palos, dos paradas providenciales de Courtois, un balón sacado en la línea por Juanfran y un gol de Miranda, sí, de Miranda, ese defensa que hace año y medio era un miembro destacado para ingresar en el club de las camisetas andantes.

Evidentemente, el Atleti jugó a lo que tenía que jugar, a la contra pura y dura, a presionar mucho al Madrid en el centro del campo y intentar no salirse demasiado de los cauces legales del reglamento. Es obvio que, tal y como dijo Mou, que el ganador no fue el mejor sobre el campo. Convenimos con el luso que por méritos y ocasiones el cuadro del Bernabéu pudo haber salido ganador por un 4-2, pero los postes, en esta ocasión, pese a ser blancos por fuera, quisieron convertirse en los jugadores 12 y 13 del Atlético de Madrid. Deberían de ‘invitarlos’ a la ruta festiva de hoy por la tarde por las calles del centro de la capital.

1 comentario

María -

Que bueno ! Salvados por los postes, que son blancos.

Y los merengues dicen que es que "se movió" la portería..jajaja ...
que mal perder...

Les habéis robado la novia ...si, señor!!

A disfrutar del momento todos los atléticos!!!
Oeee!