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Desde mi escaño

Alarmante abandono de Ten-Bel

Alarmante abandono de Ten-Bel

Tenerife está a medio paso de perder por completo lo que fue una de sus joyas más preciadas en el despertar turístico del sur de la isla, allá por los años 70, cuando irrumpió con toda su fuerza un complejo de calidad de origen belga y que jugando con los nombres de Tenerife y Bélgica se denominó Ten-Bel, todo un sello de calidad y de obligada referencia para quienes empezaban a descubrir las excelencias de esta parte insular.

Ten-Bel tuvo unos años espectaculares, una gran urbanización de apartamentos turísticos donde visitantes extranjeros, principalmente, peninsulares y también canarios buscaban una zona de relax, esparcimiento y sobre todo escapar del estrés. Curiosamente, está enclavado en Las Galletas o, más concretamente, en la que hoy se conoce irónicamente, como Costa del Silencio, que lo sería en su día, pero con el aeropuerto del Sur a tiro de piedra (apenas dos kilómetros en línea recta), lo del silencio es casi una quimera, aunque obviamente no es el tráfico que pueda llevar el de Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca.

Sin embargo, la posibilidad de que parte de los apartamentos de Ten-Bel pudieran formar parte de una bolsa inmobiliaria y ser comprados en propiedad o disfrutados en régimen de time-sharing acabaron por provocar una disfuncionalidad importante, la de que mientras los sectores que seguían renovándose con los turistas de quita y pon presentaban un aspecto lustroso, bien cuidado, ejecutando las reformas necesarias que conlleva este tipo de infraestructuras, el resto, las de los apartamentos reconvertidos en viviendas acababan por presentar un estado viejuno y con clara tendencia a la herrumbe más peligrosa.

Hace poco tuve la ocasión de estar en este complejo, concretamente en una de las zonas destinada a los bungalows para viviendas y el estado no puede ser más deplorable, casas que se caen por fuera, falta de pintura, baldosines rotos o desaparecidos, suciedad variada, insectos campando a sus anchas y, sobre todo, ausencia de luz eléctrica en las zonas comunes, lo que da lugar, obviamente, a que los amigos de lo ajeno puedan hacer su agosto los 365 días del año.

Curiosamente, ahora que Canarias está obteniendo unos resultados espectaculares en materia turística, por mor de las revueltas en Egipto y Siria, bien estaría que alguien tome cartas en el asunto para evitar que se pierda una de las joyas del turismo canario. Tenerife no puede permitirse el lujo de tener una cochambre como la que representa ahora mismo Ten-Bel. A tiempo se está de poder intervenir.

1 comentario

Francisco-M. González Sánchez -

¡Excelente artículo! Con la venia publico en mi muro de Feceboo, por supuesto haciendo referencia a tu blog ¡Ánimo! y un abrazo