Blogia
Desde mi escaño

Dos años y un día

Dos años y un día

Como si fuese la pena de un condenado a estar privado de libertad, han pasado dos años y un día desde que el Partido Popular ganase las elecciones generales y, lejos de refrendar el masivo apoyo obtenido ese 20 de noviembre de 2011 en las urnas, resulta que ahora mismo la formación de Génova 13 se encuentra en sus horas más bajas, con un montón de frentes abiertos y que sólo se ve salvada de una hecatom. Y be aún mayor porque el PSOE sigue inmerso en sus cuitas internas y no se sabe, primero, cuándo va a tomar las de Villadiego el señor Pérez Rubalcaba y, segundo, quién saldrá vivo (o viva) del proceso de primarias que tendrá lugar en Ferraz dentro de unos meses.

Pero, independientemente de lo que suceda en la acera socialista, lo que a los españoles nos interesa seriamente es saber hacia dónde se encamina el Gobierno actual. Cada vez parece más necesaria y perentoria esa crisis en el gabinete de Moncloa para sacar a unos cuantos ministros o, incluso, al propio presidente del Ejecutivo. Salvo que los hechos me dejen en evidencia, en este mismo instante se salvarían de la quema dos miembros: por un lado Arias Cañete, en Agricultura, y por el otro, Ana Pastor, en Fomento. Ambos son de lo poco salvable de un equipo gubernamental que lo único que hace es regalarnos malas noticias prácticamente a diario.

A ver, si nos fijamos en el tándem Montoro-De Guindos nuestra preocupación es la de tener bien blindados los bolsillos porque sabemos que nos van a meter mano indefectiblemente. Los que nos iban a bajar los impuestos…cada día nos los suben más. Después, cuando vemos al ministro José Manuel Soria, sobre la marcha corremos a apagar todas las luces y a desenchufar todos los equipos eléctricos. Tarde o temprano nos mete un subidón en la factura de la luz. Y mejor que no pregunten por la popularidad que tiene el clon de Aznar (pero más alto) entre los minero.

Después tenemos a la señora de los globos, confetis y jaguares varios, la ministra ‘rayos-uva’ Doña Ana Mato (de sustos). Su departamento es un verdadero caos, entre otras razones porque las autonomías vienen a hacer lo que les da la real gana y el Ministerio no pone orden. En esta ensalada de despropósitos contamos también con el ministro de Educación, don ‘Erasmus’ Wert, capaz de lo malo y lo peor y encima ahora objeto del papel couché por su romance con una señora de su propio departamento (¡ojo, cada cual puede hacer de su vida lo que quiera, pero es que encima, ya que eres uno de los ministros peor valorados, al menos cúbrete, majete).

 

Y para finalizar el desaguisado, aquí vienen la ministra del paro (digo de Empleo), ‘mata pajaritos on line’ Fátima Báñez (ésta ni yendo a su virgen resuelve la cifra brutal de desempleados), seguidamente el titular de la Justicia es ciega (y si no ya logro yo que mire para otro lado para repartirnos la tarta judicial porque eso de la independencia de los magistrados no mola), Alberto Ruiz Gallardón; el ministro de la suelta de etarras porque así me lo ordena Estrasburgo, Jorge Fernández-Díaz-Amaiur; el señor Margallo, ministro de Exteriores y relaciones con la república independiente de Cataluña o Pedro Morenés, pero de este responden en La Zarzuela. Y a todos estos les pone voz la ministra saltimbanqui (Marianoooooo, Marianooooooo) Soraya Sáenz de Santamaría, la señora de las ambiciones ilimitadas y que sueña con ser más que vicepresidenta, quiere serlo todo, la jefa de Moncloa, del PP y de lo que se le ponga entre ceja y ceja.

2 comentarios

María -

Si , la verdad es que es una pena, una lástima que los condenados somos los españolitos y no quien ha cometido el 'delito'.

Y tanto que los de G13 están en sus horas más bajas. A pesar de ello les puede la soberbia y el cinismo. Además están encantados de haberse conocido. No es para reírse y probablemente será un chiste muy malo, pero no puedo evitar pensar en esas 'frentes abiertas' en la de Marianooooo, al darse de cabezazos contra la pared, porque precisamente hoy le ha dicho un Juez, no un periodista o un tesorero, un Juez , repito , que el dinero negro ha corrido por las manos del PP como corre el agua por el rio Manzanares o como corre el vino por los lagares de las bodegas riojanas.
Así que en la celebración de ese segundo cumpleaños (nada feliz para muchos españoles) se les ha tenido que atragantar la tarta. Siguiendo con los chistes malos, me imagino a Soraya o a Rajoy con los mofletes inchados, a punto de soplar las velas, y que se enteren de que el Juez ha dictado un auto según el cual la propia sede del partido, no cualquier garito en algún pueblo, o no una campaña electoral, sino su propia 'casa' ha sido financiada con dinero B, b de burro. Así que quizá de hayan estampado la tarta ellos mismos en la cara.

Y, siguiendo con las bromas y los juegos de palabras, dos años y un día, doce y un ministros , teniendo en cuenta a la Vice, al verlos en la foto se me ocurre un título para la 'película' : "entre 'pijos' anda el juego" más que nada, por eso, por la ministra de los jaguares y los 'rayos-uva' (por cierto, que bueno lo de Mato de sustos) y ya no digamos del 'Guindo' y sus famosos "fundaentales", que se come las emes igual que cañete los yogures. Osssea, lo juro por Snoopy.
Ah, si, me dejaba eso , al clon de Aznar. Otro pijo.
Y ya dejo de escribir y me voy a poner a coser los bolsillos que cualquier día me echo mano y saco a Montoro.


@MMariaSp

Máximo Medina -

La pena de los 2 años y un día ha sido para la población en general, porque el PP ha hecho en el poder lo contrario de lo que pregonaba en la oposición y no digamos cuando estaba en campaña. En estos más de 730 días han pasado muchas cosas, pero lo peor de digerir ha sido aquello de "hacemos esto porque no nos queda otro remedio", dando a a entender que Rajoy y su Gobierno no decidían nada en España, sino que para eso estaba la Comisión Europea, Bruselas, a la que luego se le unieron dos organismos más ( no sé ni cuáles) para formar la troika, que nos visita cuando quiere y siempre nos diagnostica lo mismo: el enfermo mejora, pero no termina de curarse. Vamos que el Ejecutivo decidió en su momento una senda equivocada y a la vez injusta: salvar a los bancos (no digamos cajas de ahorro), ahora está en camino de las empresas y además pagando todo el asunto los trabajadores. Y esto no ha hecho más que empezar. Acabará el día en que la esclavitud del siglo XXI (sueldos de 600 euros, sin vacaciones y trabajando el horario que diga el patrón y produciendo más que nadie y a menor coste) quede instaurada en España y además por 'nuestro bien'. En unos años seremos lo más plus de Europa, pero, eso sí, trabajando para unos extranjeros a los que todo les parecerá poco. Al tiempo. Por cierto, Mariano y cía serán una anécdota, desgraciada, en el tiempo. Poco más.