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Desde mi escaño

El mensaje del Rey o el día de la marmota

El mensaje del Rey o el día de la marmota

El discurso navideño de Su Majestad el Rey se ha convertido en algo así como el día de la marmota. De un tiempo a esta parte, da lo mismo poner el mensaje de 2008 que el de ayer, 24 de diciembre de 2013, porque no se van a encontrar diferencias sustanciales. El monarca ha conseguido ser una perfecta figura decorativa, una pieza más del Belén, que ponemos en nuestras casas porque es tradición, pero en modo alguno vamos a encontrarnos con nada novedoso en su contenido. Los mismos lugares comunes y nada de mojarse ni meterse en charcos innecesarios.

Es curioso que hoy hubiese quien se mostrase decepcionado en su análisis porque Don Juan Carlos no entrase a saco en el tema de la corrupción que afecta a su familia, a la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Lógico, después de la que se armó en 2011 con aquello de que la Justicia es igual para todos y a tenor de los hechos demostrados con posterioridad. Es evidente que lo de que todos somos iguales ante la ley es poco menos que una quimera, aunque desde la Zarzuela se intente echarle una capa de barniz.

También hay quienes quisieron ver en el tema de la referencia a la apuesta decidida por la transparencia un intento del monarca por decir que aquí todo se hará con luz y taquígrafos. Bueno, en cierta medida así está siendo, porque todo el mundo está pudiendo ver como se está tratando de sacar del proceso de imputación a la Infanta Cristina. Da igual que ya se noten los ataques al juez Castro, les da exactamente igual, pero la Casa Real quiere preservar a la Infanta como sea, aunque está claro que lo que ya no pueden preservar es su buen nombre, totalmente manchado por lo acontecido con Aizoon. ¡Menudo espectáculo!

En fin, que ha pasado otra Nochebuena y una Navidad en la que la única carga política comentada ha sido el hueco mensaje real. A este paso, ya que cada vez nos vamos a tomar menos en serio al monarca, propongo que la fecha de emisión del mismo sea no el 24 de diciembre, sino el 28 de diciembre. Seguramente sería la mejor inocentada del día y, ya de paso, podría aprovechar el significado de esa jornada para decir que va a abdicar y que va a ser el primero en colaborar con la Justicia para que su hija devuelva lo supuestamente mangoneado.

1 comentario

María -

Exacto. Mensaje prescindible totalmente. Su Majestad no se mete en ningún jardín y eso que lo tiene detrás. Total, para que decir cosas como es de que la justicia es igual para todos, si a la hora de la verdad se ataca a uno de los pocos jueces, como el juez Castro, que tiene lo que hay que tener y que intenta aclarar lo que ha ocurrido con la empresa de su hija y su esposo y que, eso, que le atacan para que no siga adelante.
Ahora la infanta Cristina tiene todos los privilegios de ser miembro de la Casa Real y ninguna obligación. Debería, al menos, elegir. Pero claro, quizá no sepa lo que eso significa, porque si no sabía lo que parece de hacía su marido...