Los motivos de la traición de Mari Mar Blanco
¿Qué puede pasar en una persona, víctima directa del terrorismo, como para abrazar la tibia política de su partido en relación a ETA? ¿Amnesia, ganas de poder, ambición por un puesto sobradamente pagado en el Parlamento Europeo? Mari Mar Blanco, hermana del concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, ha sido utilizada este fin de semana pasado, en el ‘happening’ popular celebrado en Valladolid, para dar la aprobación y la certificación a la errática política de Rajoy y los suyos en materia antiterrorista. Como bien sabedores son en Génova 13 de que su actuación no tiene el visto bueno de la sociedad, qué mejor que usar a una víctima del terrorismo…y además que ésta se deje.
De esta manera, el PP ya ha marcado claramente cuál es el camino a seguir, el romper con esas víctimas molestas, esas que se van a otros partidos o, directamente, se desligan del PP y de la política porque están asqueados del funcionamiento del invento, de ver como de las palabras a los hechos media mucho más que un trecho. Una verdadera vergüenza.
Curiosamente, mientras en el Miguel Delibes vallisoletano proyectaban un mielufluo documental sobre las víctimas de ETA, olvidando en todo momento que la gestión del PP ha sido soltar a los Bolinaga, Del Río y compañía al calle, en Telecinco, en el programa de Emma García, se emitía una emotiva entrevista a José Antonio Ortega-Lara, realizada por Alfonso Merlos. ¿Alguien se ha preguntado en la planta séptima del PP por qué la víctima del secuestro más largo por parte de ETA se ha mudado a Vox? Me temo que no.
Daba grima ver los aplausos y las ovaciones a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, cuando decía que su partido está comprometido con las víctimas. Será comprometido en fastidiarles y en ver como los populares abrirán a las primeras de cambio las puertas de las celdas a todos los etarras que aún permanecen entre barrotes. Esta misma individua, junto con otros ‘PPajarracos’ como Oyarzábal, Maroto o Sémper, son los que no querían coincidir con el homenaje que la familia de Gregorio Ordóñez rinde todos los años al concejal acribillado a tiros en un bar de San Sebastián.
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Máximo Medina -