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Desde mi escaño

Vidal-Quadras: sin escaño y dejando colgado a Vox

Vidal-Quadras: sin escaño y dejando colgado a Vox

¡Un pan como unas tortas! Así se puede definir ya el proyecto de Vox tras la penúltima salida de pata de banco de su mascarón de proa, el sempiterno Aleix Vidal-Quadras ( a mí dame un carguito) que visto el desastre electoral de no haber sacado ni un escaño en el Parlamento Europeo ha optado por tomar las de Villadiego, es decir, dejar la presidencia de la formación (cierto es que ésta era provisional), pero que da la justa medida de quién es este personaje, un bon vivant acostumbrado a los lujos de la business class y a levantarse mensualmente unos miles de euros.

A mí me han llovido críticas de afiliados de esta formación porque en su momento puse de vuelta y media al líder de Vox. Pues bien, a los hechos me remito. En cuanto se ha quedado sin cargo que llevarse a la boca, anuncia que no seguirá como presidente de la formación o, mejor dicho, que no se presentará a la reelección en el congreso que tendrá lugar el próximo mes de septiembre. Y eso a pocos meses vista de otra cita importante, las autonómicas y municipales y, a renglón seguido, las generales.

Mucho me temo que Vox ha caído en la trampa de este señor y montar el partido a su mayor gloria a ver si después de la patada que le propinaron en el PP era capaz de seguir en el pesebre comunitario otro lustro más y apareciendo de vez en cuando por las tertulias de los medios que aún seguían comprando su discurso, un argumentario rancio y gastado y, sobre todo, poco creíble, porque él ha sido uno de esos políticos que ha estado de acuerdo y ha sido copartícipe del derroche habido en lo que pomposamente algunos llaman la ‘cosa pública’.

Espero no equivocarme porque, a pesar de lo que algunos me digan, me parece fantástico que haya opciones políticas a derecha y a izquierda, siempre dentro de la moderación, pero me da la sensación de que Vox puede acabar como el partido ese que creó Mario Conde, donde después de darse el ‘castañeirazo’ en las elecciones gallegas de 2012 salió huyendo a vela llena y con algún que otro problemilla económico sin solventar.

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