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Desde mi escaño

El oasis pujoliano

El oasis pujoliano

Robar en España sale barato y si no que se lo digan al ex molt honorable Jordi Pujol que, tras su arranque de sinceridad y reconocer que había robado a manos llenas, aún se espera que su partido actúe con la firmeza suficiente no sólo para que comparezca en sede parlamentaria, sino que también le conduzca delante de un juez y que éste actúe de la manera que mejor considere, pero desde luego no se puede permitir este latrocinio que, además, ha ido pasando de padre a hijos y además con menos disimulo según han ido pasando los años.

Hay que reconocerle, eso sí, el mérito al clan Pujol porque han sido capaces de distraer al pueblo catalán con el debate de la independencia mientras ellos se lo llevaban crudo a paraísos fiscales bastante alejados de Olot, Manresa o Reus. El nacionalismo está muy bien como tapadera, pero a Jordi y sus vástagos sólo les ha interesado una cosa, forrarse el riñón a base de bien, aunque los intereses recibidos nada tuvieran que ver con la causa secesionista. Ese debate viene muy bien cuando hay que tapar, por ejemplo, este tipo de escándalos financieros.

Lo cierto es que en Cataluña, exceptuando a Ciudadanos, toda la clase política es responsable o corresponsable de estas artimañas contables. Todos sabían de las turbias operaciones que se gestaban en despachos de maderas nobles, los 3% de comisiones que se llevaban al bolsillo. Incluso la aprendiza de Anacleto, agente secreto, Alicia Sánchez-Camacho (la pico-pato), sabía desde hace tiempo las andanzas económicas del clan Pujol porque la ex novia de uno de los hijos del político catalán largó La Traviata en un conocido restaurante barcelonés, conversación que fue recogida por un micrófono del que la política del PP parecía tener bastante constancia, tal y como dijeron los responsables de la agencia encargada de espiar el encuentro.

En fin, seguramente pasará de largo el verano, nos meteremos de lleno en la vorágine política del otoño, vendrán la Diada y después el intento de ese referéndum ilegal del 9 de noviembre de 2014 y al final se intentará por todos los medios (subvenciones aparte) que el caso de las mangancias pujolianas quede como una mera anécdota, exactamente igual que ha sucedido con los 3%, el caso Banca Catalana o los saqueos en el Palau de la Música. En eso consiste el oasis catalán.

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