Blogia
Desde mi escaño

La peligrosa psicosis con el pederasta de Ciudad Lineal

La peligrosa psicosis con el pederasta de Ciudad Lineal

La psicosis se ha apoderado de las calles de Madrid por mor de las andanzas del pederasta que tiene atemorizados a los padres de los más pequeños, un individuo que empezó a actuar sobre marzo-abril de 2014 por distintos barrios de la capital, especialmente en el triángulo que conforman Canillejas, San Blas y Hortaleza y que hasta la fecha, a pesar de las intensas indagaciones y de cada vez más efectivos policiales destinados en exclusividad a echar el guante a este facineroso, aún no ha habido resultados que puedan dar lugar a la esperanza y, lo peor de todo, es que se empieza a producir el fenómeno inverso, todo el mundo ha visto al pederasta y dan descripciones variopintas de él.

De hecho, el temor que existe ahora es que haya quien decida tomarse la justicia por la mano y, en función de unos breves detalles físicos sobre el individuo en cuestión, se lance a cometer una agresión sobre una persona que no tiene ni arte ni parte. Por ejemplo, si nos atenemos a una de las primeras descripciones que hicieron sobre este siniestro personaje podía coincidir perfectamente con quien les escribe, alguien de entre 35-40 años, estatura mediana, pelo negro con alguna cana, ni flaco ni gordo y bien vestido. Siendo sinceros, ¿cuántas personas pueden responder a ese prototipo de descripción? Pues unas cuantas. Ahora, pasado el tiempo, este tipo ha pasado por todos los tipos de cabello, rubio, castaño, con lunares en la cara, más joven o más viejo, pero pistas concretas, cero al cociente.

Ahora, con la vuelta al colegio, que está al caer, la Policía duplica esfuerzos para intentar cerrar el caso de una vez por todas porque saben que están ante un individuo que no tiene un átomo de conciencia, que seguirá buscando fórmulas para infligir un infinito dolor a los más pequeños y a sus padres. Sin embargo, y por el bien de la investigación y para que ésta pueda llegar a buen puerto, sería de todo punto deseable que la misma sea lo más discreta posible.

Precisamente, a este tipo de sujetos lo que más le motiva para seguir perpetrando sus fechorías es que se hable de ellos en todo momento. A ellos les excita esa retroalimentación continua en los medios de comunicación y visto como ha podido ejecutar limpiamente sus raptos exprés hay que andar con mucho tiento porque el tío será un loco, un psicópata, pero desde luego también tiene una inteligencia muy desarrollada como para llevar varios meses jugando al gato y al ratón con la policía.

0 comentarios