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Desde mi escaño

La progresía se pasa de la raya con la muerte de Botín

La progresía se pasa de la raya con la muerte de Botín

La progresía española tiene una doble vara de medir que me resulta paradójica. Pongamos un ejemplo muy sencillo, fallece el dictador venezolano Hugo Chávez y son todos a dar el pésame a través de las redes sociales, a inundar Twitter con mensajes de condolencia y a exigir respeto por la persona que acaba de fallecer. Podemos convenir que no hay que hacer leña del árbol caído y que toda persona merece todo el respeto cuando ha dejado ya de existir en esta vida.

Sin embargo, los mismos que solicitan y reclaman esa cordialidad para con ‘sus muertos’, resulta que la pierden automáticamente cuando quien fallece no es santo de su devoción y la muestra más clara y evidente se ha producido (y de hecho se sigue produciendo) con el deceso del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, al que los progres de la política y del mundo de las artes escénicas le han dado hasta en el velo del paladar. Han hecho todo tipo de chistes y comentarios entre lo grosero y lo obsceno, incluso una ‘personaja’ como la monja Sor Lucía Caram, una perfecta frescales que, con el parapeto del hábito, se pone a repartir credenciales de democracia en ciertas televisiones de nuestro país. Pues bien, esta señora también le ha zurrado a Botín.

Ahora bien, el premio al tuit más impresentable, incluso rayano en lo delictivo, ha sido el que ha colocado la agrupación de Izquierda Unida de Béjar, un precioso pueblo salmantino, que tiene la desgracia de tener a una formación que, literalmente, ha dicho esto en un tuit sobre el fallecido presidente del Banco Santander: "Emilio Botín pasa presidir un banco a regentar una caja. Le damos la enhorabuena por este giro social en sus inversiones”. ¿Se puede ser más animal? Sinceramente, lo dudo.

Miren, Botín, como cualquier alto directivo de una entidad financiera, habrá tenido sus éxitos, sus aciertos, sus fracasos, sus errores, pero nadie puede negar la importante labor que ha desarrollado dentro y fuera de España, que ha estado al pie del cañón en proyectos formativos, que ha sido un presidente, ante todo, patriota, que nunca ha intentado buscar una posición de superioridad o dejar tirado a un Gobierno, aun cuando había motivos más que suficientes, recuerden sino como Botín sostuvo y defendió las políticas de Zapatero, pese a la que estaba cayendo desde Europa. La pena es que hay algunos que confunden libertad de expresión con una falta de respeto salvaje y criminal. Desde aquí, mi más sincero pésame a su familia.

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