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Desde mi escaño

Expediente Iker

Expediente Iker

El fútbol tiene memoria de pez o, mejor dicho son los aficionados y los medios de comunicación los que padecen de una amnesia brutal, capaces de encumbrar hoy al futbolista de moda y diez minutos después lapidarlo en plena plaza pública. Da igual de dónde vengas y lo que hayas hecho. El último gol encajado o fallado será la eterna condena que te perseguirá por tiempo eterno. Así es España, un país donde los juicios inquisitoriales abundan por doquier y tu amigo de ahora puede ser un nuevo Torquemada que te lleve a la hoguera justo a la vuelta de la esquina.

Digo esto porque ahora la moda de los futboleros es meterse con Iker Casillas, ese portentoso portero del Real Madrid, ese meta que le ha dado al club blanco tres Champions, una Copa Intercontinental, dos Supercopas de Europa, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, cinco Ligas, amén de las dos Eurocopas y un Mundial con la Selección española. En fin, títulos que parece que se ganan todos los días o que se pudieran comprar en una tienda de todo a 100.

Podemos convenir que Casillas no está fino, que tal vez merece un reseteo, que tal vez es el momento de Keylor Navas, pero no podemos olvidar el maltrato que recibió el jugador de Móstoles por un psicópata llamado José Mourinho, un sujeto extravagante, ególatra y egocéntrico elevado a la enésima potencia, que hizo de su última temporada en la parcela técnica un infierno para el meta merengue. Cierto es que con Ancelotti la cosa mejoró y las dos competiciones en las que fue titular, Copa del Rey y Champions, las ganó estando bajo palos, pero es verdad que le faltaron más encuentros para recuperar la chispa, ese ángel que siempre ha tenido y ahora parece que el preparador transalpino está dispuesto a jugarse el todo por el todo por Íker.

Como rojiblanco que soy y, por tanto, hasta el gorro de ver cómo Casillas ganaba todos los derbis cada vez que él estaba bajo palos, no me satisface ver cómo se maltrata a un símbolo de nuestro balompié. El guardameta no ha sido nunca un tipo polémico, no ha salido con declaraciones extemporáneas como los Míchel, Guti, Arbeloa o tanto supuesto madridista que sólo miraba para sus intereses. Casillas lo ha sido y lo es todo en el Real Madrid y pongo el cuño a que dentro de unas semanas las críticas se tornarán en edulcoradas alabanzas. Ojalá (aunque los atléticos nunca rechazaremos regalos como el gol de Tiago, pero esa es harina de otro costal).

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