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Desde mi escaño

Lástima que Mas no vaya a sufrir en sus carnes la represión franquista

Lástima que Mas no vaya a sufrir en sus carnes la represión franquista

El Gobierno de la nación tiene que dar un puñetazo en la mesa de una vez por todas. No puede ser que Cataluña o que, mejor dicho, los impresentables de Artur Mas, Oriol Junqueras o David Fernández, el de la alpargata de las CUP, sigan saltándose la ley a la torera y creyendo que su comunidad es su finca particular, el feudo donde hacen las timbas ilegales y donde la ley pareciera ser una extraña que pasara por ahí. De eso nada.

Dentro de 48 horas, los payasos del independentismo van a dar una vuelta de tuerca a su locura independentista y pretenden sacar una suerte de urnas a la calle. No hay que tener contemplaciones con estos hijos de mala madre, hay que secuestrar esas cajas y dar con los huesos en la cárcel de Mas y sus mariachis, que vean y comprueben en piel propia que el Estado no se anda con rodeos ni milongas. Es una lástima que no exista ya la represión franquista para elementos de esta calaña. Unos cuantos años a trabajos forzados los condenaba yo a ver si van aprendiendo a respetar lo que es de todos los españoles.

Lo que me temo, desgraciadamente, es que Mariano Rajoy seguirá los acontecimientos desde el Palacio de la Moncloa y además lo hará como suele, fumándose un puro y leyendo el Marca. A él se la trae todo al pairo. Piensa que siguiendo la estrategia de actuación habitual, es decir no hacer nada y dejar que todo se pudra, conseguirá evitar el enésimo problema y, como decía Hannibal, el del Equipo A, decir que le encantan que los planes salgan bien.

Sin embargo, Rajoy parece desconocer que está ante presuntos delincuentes, delicuentes porque se han saltado una y mil veces todos los límites de la legalidad y el próximo 9 de noviembre de 2014 están por la labor de dar un paso más en esa estrategia de romper España. Esperemos que no haya que llegar a imágenes en las que cuatro exaltados la emprendan el domingo contra los policías que tengan la encomienda de evitar a toda costa esta farsa, esta mamarrachada sin fundamento alguno. A Mas le da igual, él ya sabe que está más que amortizado como político, pero muchos catalanes temen ante la perspectiva de un futuro imperfecto e inestable con estos políticos de medio pelo y descerebrados.

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