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Desde mi escaño

Whatsapp: ¿una herramienta de celos y rencores?

Whatsapp: ¿una herramienta de celos y rencores?

Las nuevas tecnologías, con todas las ventajas que conllevan hoy en día, pueden acabar siendo el desencadenante de rupturas de parejas y, posteriormente, si estas uniones están formalizadas, producir una catarata de juicios de lo más pintorescos por chorreadas tales como que si mi esposa o mi marido o mi compañero estaba conectado a las cinco de la mañana al Whatsapp y en cambio no ha leído los emoticonos que le he mandado. Vamos, que me veo a los juristas actualizando a toda pastilla la legislación para contemplar este tipo de litigios en los juzgados.

Lo cierto es que si ya había o existía mucha polémica con el doble tic de Whatsapp y siempre existió controversia sobre si el mensaje es que le había llegado al receptor o si lo había leído, ahora con esa innovación de la confirmación en azul, la situación da un giro de tuerca y va a producir mayores escenas de celos, de dudas, reproches y muchos resentimientos.

Y es que lo que debía ser un instrumento idóneo para comunicarnos sin coste alguno, se está transformando en una herramienta capaz de abrir la mismísima Caja de Pandora. Pareciera que si no lees el mensaje sobre la marcha, caerán sobre uno las siete plagas bíblicas. Creo que debemos sentarnos, reflexionar y no lanzarse a cuchillo porque alguien no nos haya contestado sobre la marcha. Tal vez no todo el mundo disponga de tanto tiempo libre como para estar observando continuamente el smartphone. No sólo la gente trabaja, duerme o come, también hay multitud de actividades que realizar y no siempre se tiene a disposición el teléfono.

Es más, hasta en muchas ocasiones es sano tener alejado el aparato en cuestión y disfrutar del placer de la lectura de un libro o de una película. Por cierto, bastante molesto es tener en un cine donde te dejas 10 euros y que a tu lado o delante tuya se ponga alguien a estar con el dichoso teléfono. El simple hecho de ver la potente luz ya distrae y no digamos nada cuando recibe llamadas o continuas notificaciones. Por eso, bien por las innovaciones de Whatsapp, pero tenemos que ser nosotros los que sepamos gestionar sus avances sin perder los estribos ni montar innecesarias y ridículas escenas.

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