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Desde mi escaño

Guillermo Guigou: el alcalde que pudo ser

Es el alcalde que pudo ser. Guillermo Guigou nunca tuvo en sus manos el bastón de regidor municipal de Santa Cruz de Tenerife. Pero da igual. Para muchos ha sido la persona que siempre ha tenido la ciudad en su mente y en su corazón, el único político que nunca actuó como un profesional al uso, que siempre ha sabido hacer lo que era correcto en cada ocasión y que ahora, después de su debut en política tras las elecciones municipales del 28 de mayo de 1995, donde estuvo a punto de arrebatar el poder a la entonces fortísima e intocable Coalición Canaria de Manuel Hermoso, decide oficialmente retirarse de la política para dedicarse a sus actividades médicas. La ciudad, no lo duden, le va a echar de menos.

El doctor, como es conocido en el entorno de la sociedad chicharrera, siempre demostró ser alguien que se vestía por los pies, que no estaba abierto, ni siquiera el quicio de la puerta, a componendas que supusieran el beneficio de cuatro y que a la ciudadanía le fueran dando. De hecho, por acuerdos postelectorales entre CC y PP, él dejó de ser la ‘mosca cojonera’ en el Ayuntamiento de Santa Cruz para pasar a ser director general de Drogodependencias y estar en la Consejería de Agricultura. Poco más de un año duró ahí asustado de los chanchullos que veía a diario, amén de puñaladas traperas varias. Lo dicho, el amigo Guillermo no toleraba estas prácticas y optó por irse de ahí.

Dentro del PP (y ni que decir tiene que desde otros partidos políticos) han tratado de desacreditar la imagen de este hombre honrado a carta cabal. No sólo le han criticado, que en política es lógico y normal intentar poner contra las cuerdas a los adversarios, sino que se han inventado toda clase de chismes y maledicencias tales como que tenía problemas serios con su esposa, que si la maltrataba…Claro, había que inventar todo tipo de embustes porque mientras, Guillermo, como una hormiguita, en compañía de Ángel Isidro Guimerá, le iba sacando todos los trapos sucios al zerolismo: Emmasa, Las Teresitas, García Cabrera…casos de corruptelas que pusieron proa al marisco y al Senado al ‘pobre’ Miguel, donde aún sigue pendiente de ser juzgado por el Supremo.

Eso sí, que nadie dude que Guillermo seguirá al pie del cañón, vigilando desde su atalaya el pulso y el ritmo de la ciudad y para muchos siempre será el alcalde que mereció tener Santa Cruz de Tenerife. Seguramente, muchas cosas hubieran cambiado…y para mejor, desde luego. Amigo Guigou, feliz domingo y a disfrutar de un nuevo triunfo del Iberostar.

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