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Desde mi escaño

McTorpe Alonso: el Pier no doy una de la Fórmula 1

Se te acabó el tiempo. Fernando Alonso es un piloto amortizado y ya queda únicamente para completar el cartel anual del circo la Fórmula 1, pero nada más. Este asturiano de aspecto revirado, hosco, borde y antipático a más no poder, lleva ya muchos años viviendo del cuento y echándole mucho rostro a la hora de justificar sus mediocres actuaciones. Cuando no es A, es B, pero jamás es C o la opción de autoinculparse por los malos resultados. Resulta que cuando este señor andaba por escuderías de medio pelo como podía ser Renault, resulta que sacaba grandes réditos y hasta se hizo con dos mundiales. Nunca se quejó de las limitaciones de su coche y al final el mérito del campeonato se lo adjudicaba a sí mismo.

De su éxito en la marca francesa, pasó a McLaren y ahí sólo aguantó un año. Pelea de egos con otro que tal baila, Lewis Hamilton, y entre ambos perdieron un Mundial que tenían ganado, favor que por supuesto aprovechó Ferrari, escudería que lo ficha en el año 2009 y en 2010 estuvo a punto de ganar su tercer entorchado en la Fórmula 1, pero un error de estrategia del equipo le hizo perder ese cetro. Luego, en 2012, estuvo cerca de volverlo a conseguir y de nuevo fracaso en el momento decisivo. A partir de ahí, todo fue verle siempre el morro a los Red Bull de Vettel.

Pues bien, el alemán fichó este año por Ferrari, Alonso pasó a McLaren y, ¿saben ustedes cómo va la cosa? Pues tan sencillo como que el asturiano no ve ni de cerca ya no el podio, un cuarto puesto o un quinto, sino que a veces no entra ni en la Q2 y sale de posiciones tan sonrojantes como la décimo cuarta y quedarse sin puntuar. De hecho, el novato de Carlos Sáinz júnior está cosechando resultados mejores en las carreras que hasta la fecha se han disputado.

Así que el Mctorpe de Alonso lo mejor que puede hacer es retirarse antes de seguir dilapidando lo conseguido a mediados de la década anterior y, en todo caso, aprovechar para seguir siendo la imagen de los relojes Viceroy. Deportivamente, Frenando Alonso se ha convertido en una especio de Pier no doy una y ya no puede echarle la culpa al empedrado o, lo que es lo mismo, a los mecánicos. Ferrari, que tan malo era el año pasado, a juicio del asturianín, resulta que ahora va como un tiro y metiendo presión a los Mercedes.

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